Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Pere Joan Pons: "Los socialistas de Balears no hemos defendido a Sánchez, sino un proyecto"

"No creo que Sánchez se equivocase con Évole. La sociedad necesita ver las cosas de cara"

Pere Joan Pons posa para esta entrevista. b. ramon

Joseph Stiglitz, Thomas Piketty, la postverdad, la dicotomía de la ética de la convicción frente a la ética de la responsabilidad, referencias al SPD alemán...Pere Joan Pons (Palma, 1970) aboga por una reflexión profunda en el PSOE. Quizás por ello cita la entrevista en una librería y avisa antes de empezar: "No me gusta cuando me hacen cortes de voz porque no me da tiempo a explicarme y acabas en lugares comunes". Es uno de los 15 diputados socialistas que rompió la disciplina de voto para mantener el 'no' a Mariano Rajoy en la investidura. Pasa ya página de su expediente y, como el resto de los socialistas de Balears, urge al congreso del partido, en el que no garantiza que el PSIB vaya apoyar a Pedro Sánchez: "Seguiré a la persona que más se acerque a lo que hemos estado haciendo aquí".

-Su 'no' a Rajoy le ha costado, de momento, la apertura de un expediente para sancionarle. ¿Hasta aquí las consecuencias o aún puede que le expulsen?

-La herida que se ha producido es muy grande como para ahora hablar de sanciones. Nosotros hemos afrontado el tsunami. Había que bascular entre ética de la responsabilidad y ética de la convicción y nosotros, los socialistas de Balears, nos decantamos por la segunda, por la coherencia. Hablar de sanciones es accesorio delante de la situación que tenemos.

-¿Hubiera mantenido el 'no' si Francina Armengol hubiera defendido la abstención?

-El 'no' a Rajoy es la consecuencia de un mandato de Armengol y de la cultura de pacto de los socialistas de Balears. Desde mayo de 2015 se creyó en un liderazgo compartido entre fuerzas que ponen un proyecto político en común. La posición de tener un gobierno alternativo al PP, de decir 'no' a Rajoy y defender la consulta de la militancia son posiciones que se defienden después de un largo camino. Al final, este 'no' lo veo como un 'no' natural.

-Entonces, ¿no es tanto una postura personal como del conjunto del partido en Balears?

-Siempre hay una parte personal. El que se presentó como cabeza de lista y defendió un compromiso fui yo. Soy yo el que firmo el contrato con los votantes. Tenía un compromiso con 92.000 personas que me votaron. A mí no me gusta esta cultura de la postverdad en que uno dice una cosa por la mañana y otra por la tarde. La sociedad nos exige lo contrario. Al PSOE le entra un ataque de responsabilidad en el último minuto, pero si has defendido la ética de la convicción y votar 'no' a Rajoy y la Constitución te ampara, debes cumplir. Los socialistas baleares hemos cumplido.

-Dicen que Armengol le hace cabeza de lista para que si pasaba lo que ha pasado, usted estuviera ahí para votar 'no'.

-Como habíamos defendido juntos el proyecto, tenía cierta lógica. Está claro que Armengol visualizó bien lo que sucedería.

-¿Quiere decir que Armengol se imaginaba que el PSOE se abstendría como ha ocurrido?

-No he dicho que se lo imaginara, he dicho que visualizó bien lo que pasaría. Eso es lo que digo.

“El ‘no’ a Rajoy es la consecuencia de un mandato de Armengol, pero hay una parte personal”

-Después de haber defendido el gobierno alternativo, la consulta a la militancia y el 'no' a Rajoy, ahora los socialistas de Balears piden con urgencia la convocatoria del congreso.

-Joseph Stiglitz tiene un libro que se llama El Euro, donde dice que los ciudadanos europeos tienen la percepción que se ha perdido una década. Soy de esa opinión. La crisis, la intervención, el 15-M, el problema catalán...Delante de la nueva década que se inicia con Rajoy otra vez en el Gobierno, lo que no tenemos los socialistas es tiempo. Ya ha pasado la investidura, ha pasado la abstención, ahora toca con urgencia redireccionar con un congreso. Es lo que le toca a la gestora.

-La gestora del PSOE parece partidaria de retrasarlo, al menos, hasta el próximo verano.

-No lo sé. Quizás quiera ganar tiempo, pero tiempo es lo que ahora más falta nos hace.

-¿Cree que responde a favorecer intereses personales?

-No lo sé, no lo sé. No sé ni si la gestora se ha reunido esta semana después de la abstención. El primer gesto que deben hacer es marcar un calendario. La misión de la gestora es poner en marcha la maquinaria que lleve al congreso.

-En el PSOE ahora se habla mucho de coser. La entrevista concedida por Sánchez a Évole, ¿cose o abre más la fractura?

-Tanto el discurso de Antonio Hernando en la investidura como la entrevista de Pedro Sánchez reflejan la dificultad que se ha vivido. La sensación que tengo es que la entrevista de Sánchez fue más sincera, mientras que el de Antonio Hernando nos muestra más las contradicciones vividas. La dificultad es extrema para los dos.

-La entrevista de Sánchez fue muy dura con algunos dirigentes socialistas. Ante las aspiraciones que él mismo manifestó de volver a liderar el PSOE, ¿se equivocó en el tono?

-No creo que se equivocase. Quizás debería haberla hecho con más calma. Fue una entrevista a flor de piel y ahí se mezclan las emociones. Pero la sociedad necesita ver las cosas de cara.

-¿La entrevista le ha hecho perder apoyos a Sánchez?

-No, no creo. No creo que le haga perder apoyos. De todos modos, insisto, ahora no hay que hablar de personas, sino de cómo damos respuesta a las preocupaciones de la ciudadanía. ¿Qué pasará con la educación, la sanidad, con las pensiones? Ese miedo es al que hemos de dar respuesta. Esta bien hablar de entrevistas pero el problema que tenemos es mucho más amplio que todo esto.

-Pero Sánchez planteó un modelo para el PSOE de sentarse con Podemos y poder hablar con los independentistas. ¿Con este discurso puede recuperar el liderazgo del partido?

-Los socialistas debemos liderar los cambios y el diálogo. Hemos de hablar con Podemos. No se trata de hacer una alianza con Podemos, pero sí de sentarnos para pactar políticas. Creo que Pedro Sánchez es lo que defendió.

-Ha dicho que no era el momento de hablar de liderazgos, pero por el modelo de partido y de país que están defendiendo Susana Díaz y Pedro Sánchez, si los dos se presentan al congreso, ¿de que lado estaría?

-De quien se sume más a esta idea de reflejar la realidad que vive España, las demandas de la gente y la pluralidad que tenemos. Seguiré a la persona que más se acerque a lo que hemos estado haciendo aquí. Tal vez haya más candidatos. No demos por hecho que es una lucha entre los dos.

-Pero sí que parece que está la lucha entre dos modelos.

-El PSIB tiene su propio modelo y lo defenderemos. Lo que hemos hecho desde mayo de 2015 es defender un modelo que creemos válido, que es el que hemos aplicado en Balears, donde nos hemos puesto de acuerdo para trasladar al Govern una voluntad de cambio. No es un modelo teórico.

-Antes de que se le forzara a dimitir, el PSIB se posicionó con Pedro Sánchez. Sin embargo, ahora parece que los socialistas de Balears se están distanciando del exsecretario general.

-Nosotros fuimos leales hasta el último minuto. Pero hemos defendido un proyecto. No hemos defendido a Pedro Sánchez, hemos defendido un modelo. Si Pedro Sánchez se presenta y se adhiere al proyecto que defendemos, entonces tendrá el apoyo de los militantes de Balears. Nosotros hemos defendido lo que hemos hecho aquí. Tenemos capacidad de poder ir solos.

-Habla de ir solos. Si el camino que toma el PSOE se sigue alejando del que defiende el PSIB, ¿ve al PSIB seperándose?

-Es muy pronto para hablar de esto. Ahora hay que bajar el suflé. Entiendo que haya habido esta dicotomía. No nos va bien, pero entiendo que haya quien haya defendido la abstención y reconstruir desde un oposición más de Estado. No lo comparto. Nosotros seguiremos defendiendo en el PSOE nuestras ideas. El congreso será un ejercicio muy potente de reflexión de hacia dónde vamos.

-¿Un congreso podrá acercar posturas que parecen tan alejadas a día de hoy como son la de los socialistas baleares y la de los socialistas andaluces?

-El problema no es de partido, es de país. Hemos de entender que hay un nuevo escenario. Tenemos un nuevo país con nuevas demandas: de acabar con el paro estructural, de acabar con la desigualdad de la que tanto ha hablado Thomas Piketty, de resolver el problema catalán. Los socialistas debemos saber hacer una lectura de lo que está pasando. Los socialistas de Balears la hemos sabido hacer. Hemos de ser capaces de hacer una lectura de la mutación de España, de hablar del derecho a decidir, de hablar del estado federal. Hoy se piden nuevos modelos de liderazgo: ya no hay que pensar en mayorías absolutas. El PSOE ha copiado al SPD alemán, que apoyó a Merkel y ahora se replantea si podrá volver a ser una partido de masas.

"“En el discurso de Hernando hubo cosas buenas: dijo que no se permitirán más recortes

-El discurso de que la socialdemocracia está en crisis y debe reflexionar sobre su futuro, llevamos ya varios años escuchándolo. ¿No se ha sabido hacer en los últimos años?

-Después de una década tan dolorosa se precisaba una respuesta desde la trinchera. El 'no' era una forma de trinchera ideológica que necesitábamos para reconstruir el partido. Es una oportunidad que hemos perdido al sustituir la trinchera por una alfombra roja, que es lo que percibe la ciudadanía que le hemos puesto al PP con esta abstención a la que le podríamos haber puesto condiciones.

-¿Se equivocó Sánchez al no plantear antes una abstención a la que habría podido poner condiciones al PP?

-Aquí se ha equivocado mucha gente en el arco parlamentario. Todos los que votamos 'no' a Rajoy debemos hacer una lectura de nuestros errores. La primera responsabilidad la asume el PSOE, pero es una responsabilidad que no le corresponde en solitario. Sí que es cierto que haber defendido el 'no' te daba una respuesta más clara a las demandas de la ciudadanía tras la última década. Necesitábamos un contrato social nuevo con la ciudadanía.

-¿El PSOE volverá a gobernar sin pactar con Podemos?

-Hemos de ser capaces de liderar el cambio y Podemos forma parte del cambio. Una forma de volver a gobernar es con este liderazgo compartido. Podemos es un elemento que nos ayuda a crecer y hemos de aprender a convivir con ellos. En Balears lo hemos entendido nosotros y Podemos.

-Si ahora hubiera elecciones, ¿se daría el sorpasso que no se dio ni en diciembre ni en junio?

-Después de la situación producida, de la convulsión, de la imagen que hemos externalizado, ahora no tendríamos un buen resultado. Me presenté como candidato en un momento en que se dijo que habría sorpasso y creo que lo que nos reforzaba era que teníamos unos principios. La abstención no nos deja en una buena situación. Es el problema de no dar la palabra a la militancia.

-Armengol dijo que la abstención suponía regalar la oposición a Podemos. ¿Tuvo esa sensación en la investidura?

-El problema es que le hemos dado el Gobierno a Rajoy sin una concesión. El PP y sus ministros dan una línea de continuidad que supone para la sociedad dolor y ningún tipo de ilusión. El problema que tenemos es que ahora hay un gobierno sin ganas de cambio.

-Con el papel que le toca asumir al PSOE en esta legislatura que ahora empieza, en la que parece que deberá facilitar la gobernabilidad, ¿se ve desmarcándose de nuevo de los suyos?

-Ya hemos hecho la mayor. Hemos hecho la enmienda a la decisión más importante de la legislatura. La verdad, no nos hemos sentado todavía para hablarlo.

-Después de la abstención del PSOE usted dijo que lo sentía a sus votantes. ¿Les puede consolar garantizando que se tumbará la reforma laboral, la LOMCE y que no habrá más recortes?

-El PP deberá demostrar que hay una nueva mayoría. Hoy me cuesta creer que Rajoy tenga voluntad de hacer cambios. Dijo que no negociaría nada de lo que le pida Bruselas, que su gestión le parece maravillosa y que con Cataluña no hay nada que hablar. Creo que habrá muchas votaciones en las que el PP quedará retratado.

-¿Dejar gobernar a Rajoy será la única promesa que incumplirá el PSOE o tendrá que volver a decir 'lo siento' por su partido?

-Rajoy no tiene un cheque en blanco. En la intervención de Antonio Hernando hubo cosas buenas: le dijo que no se le permitiría hacer más recortes. Ahora la pelota está en el tejado del PP.

Compartir el artículo

stats