El director asistencial del IB-Salut, Nacho García, se comprometió ayer a establecer un protocolo con el que se garantice a cualquier persona de las islas que lo pida la posibilidad de identificar la relación de causalidad entre una malformación y el uso de la talidomida así como a crear un registro que permita conocer el número de afectados en las islas por este medicamento comercializado en 1956 por la farmacéutica alemana Grünenthal para atenuar los vómitos y las náuseas de las embarazadas y que provocó graves malformaciones en los bebés.

García se reunió con la representante balear de la Asociación de Víctimas de la Talidomida de España (AVITE), Magdalena Estelrich y le garantizó que todos los afectados -la Asociación tiene 9 socios en las islas aunque Estelrich reveló que al menos 58 personas aseguran haber alumbrado hijos muertos por la talidomida- recibirán la asistencia que precisen.