Un total de 156 personas carecen de un hogar y deambulan por Mallorca, según los datos del primer recuento de personas sin techo realizado en 2015 y presentados hoy por el Consell insular.

El estudio elaborado por las entidades de la Red de Inserción Social, en la que se incluyen Càritas, Cruz Roja Baleares, el Ayuntamiento de Palma y la Universidad de las Islas Baleares (UIB), y coordinado por el Consell de Mallorca.

De las 156 personas que viven en la calle, 135 fueron ubicadas en el municipio de Palma y el resto en pueblos de la isla, de acuerdo a los datos facilitados por la consellera de Bienestar y Derechos Sociales y presidenta del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales, Margalida Puigserver.

La consellera ha remarcado que el objetivo de este estudio es "sensibilizar a la población" y conseguir "mejorar las condiciones" en las que viven estas personas.

"Queremos continuar con las acciones para acabar con esta lacra que es tener gente que duerme en la calle en el siglo XXI", ha añadido.

La mayoría de personas que vivían en las calles con sus escasos enseres eran hombres, 132 frente a 20 mujeres y el 50,7 por ciento tenían edades comprendidas entre los 40 y los 59 años.

Las personas de menor edad que subsistían en la calle eran de 21 años y las de máxima edad 81 años.

Para llevar a cabo el estudio se realizó una entrevista a las personas sin techo, aunque no todas respondieron a todas las preguntas.

De esta manera, de las 96 personas que contestaron sobre su nacionalidad, 54 dijeron que eran de España, diez de algún país africano, tres de naciones de América Latina y 28 señalaron que provenían de territorios de la Unión Europea.

Sobre su situación de subsistencia, casi la mitad (73 personas) lo hacían en grupo y presentaban condiciones de higiene deficientes, así como un mal aspecto físico (76), según los datos del estudio.

Además, 116 personas tenían alguna incapacidad física visible y 61 presentaban síntomas de sufrir problemas de alcoholismo.

La mayoría de los indigentes carecían de pareja (un 32,2 por ciento), 46 estaban solteros y tres eran viudos.

En referencia al nivel de estudios, el 58,3 por ciento solo había cursado estudios primarios obligatorios, el 28,6 por ciento estudios postobligatorios no universitarios y el 13,1 por ciento estudios universitarios.

Los principales motivos de su situación eran en ese momento: el desempleo y la falta de dinero (71,3 por ciento), consumo de alcohol o drogas (18,1 por ciento), ruptura afectiva (17 por ciento), problemas familiares (3,2 por ciento).

El 17 por ciento de estas personas respondió que su situación se debía a otras causas como una enfermedad, carecer de papeles y el fallecimiento de personas de su entorno afectivo.

"Tenemos que luchar todos juntos y las instituciones no llegamos a toda Mallorca", ha reclamado Puigserver.

Según el jefe de sección de Servicios Sociales, Sebastià Cerdà, hay como mínimo medio centenar de personas con enfermedades mentales subsistiendo en las calles.

Para hacer este estudio, Cerdà ha apuntado que hay distintos motivos por los que la gente se queda sin techo, algunos puntuales y otros fijos y que se han basado en personas en exclusión social que "no tienen ni medios ni familia".

En 2015 había 426 personas alojadas en albergues y muchas de ellas con "una sensación de falsa libertad", ha añadido Cerdà.

Entre 2010 y 2015 se registró el mayor número de personas que por vez primera se veían obligadas a sobrevivir en las calles, un total de 56 ( el 62,2 por ciento).

En el período anterior, 2003-2009, fueron 14 personas las que por primera vez experimentaron vivir sin techo (un 15,5 por ciento).

En marzo de 2017 está previsto llevar a cabo un nuevo recuento con el objetivo de analizar la evolución de estas personas.