Educación contabilizó más de 1.800 casos de absentismo escolar el curso pasado: 923 de alumnos de Primaria y 888 de estudiantes de Secundaria.

Así, alrededor de un 1% de la población escolar de Balears dejó de ir a clase por causa no justificada y por motivos diversos. En Primaria sucede más por desamparo, desprotección o desatención por parte de las familias. En Secundaria, donde se dan la mayoría de casos, se relaciona con el fracaso y abandono escolar: se produce porque hay estudiantes que dejan de ir al instituto antes de cumplir los 16 años y sus padres o no están al tanto de la situación, o la toleran, o no saben cómo revertirla.

Estas cifras son las que maneja la conselleria de Educación según unas encuestas que hizo el año pasado y que contestaron un 84% de los colegios de las islas y un 72% de los institutos de Secundaria, tanto públicos como concertados.

Educación señaló ayer que estos datos previsiblemente aumentarán este curso ya que por primera vez el sistema cuenta con un protocolo de aviso, detección y actuación ante el absentismo. A partir de ahora, los centros deberán introducir los datos en el sistema informático del GESTIB y se activarán en seguida los mecanismos adecuados para atajar esta situación.

Así lo indicaron el conseller March y el director general de Comunidad Educativa e Innovación, Jaume Ribas, durante la presentación del nuevo protocolo, que persigue actuar rápidamente, en cuanto se detecte que un alumno empieza a faltar a clase de forma injustificada y con riesgos para su escolarización. El objetivo es revertir así lo que puede acabar derivando en abandono y fracaso escolar o lo que puede esconder una situación de desamparo por parte de su familia.

En Primaria, Educación ha detectado que más de una cuarta parte de los casos de absentismo se han dado en solo once centros educativos, que están ubicados en barriadas con elevada cantidad de nouvinguts y hogares en situación de "vulnerabilidad social y familiar". De los casi 900 casos detectados en Secundaria, Educación subrayó que 532 se dieron en solo nueve institutos. Con estos centros en concreto, la Conselleria activará medidas específicas de acompañamiento y actuación para reconducir estas situaciones. Tanto Ribas como March indicaron en este sentido la importancia de buscar la coordinación y complicidad con entidades del barrio.

El director general recordó que los niños de entre 6 y 16 años están obligados a asistir a clase cada día del curso y que los padres deben garantizar la escolarización. De forma puntual hay niños que faltan pero ello no supone riesgo de abandono ni esconde una situación de desamparo al tener "una red familiar y social de apoyo". Si esta red no existe, "las faltas se convierten en motivo de intervención".

Se distinguen tres tipos de absentismo. En Primaria, el absentismo esporádico es faltar cuatro días al mes y en ESO, 24 clases al mes. El absentismo intermitente es faltar una vez a la semana en Primaria o seis clases semanales en ESO. El crónico supone más de diez días de faltas mensuales en Primaria y más de 60 clases perdidas en Secundaria.

Una vez detectadas estas situaciones se trata de reconducirlas a nivel de centro, hablando con las familias, con Inspección y también con agentes externos, como servicios sociales, Fiscalía de Menores, Policía, entidades de ocio y deporte... Este nuevo protocolo es una medida más del Plan de Éxito Educativo de la Conselleria.