Pere Joan Pons, diputado socialista por Mallorca, aseguró ayer que su voto en el Congreso no servirá para hacer presidente a Mariano Rajoy. "Por ética y por moral tengo que votar no", aseguró el parlamentario socialista. De hecho, en la reunión de la ejecutiva del PSIB celebrada ayer fue uno de los que se encargó de defender la desobediencia y tener libertad de voto.

"La coherencia se pierde o se gana, pero no se negocia. Nosotros en el PSIB tenemos una contrato con los ciudadanos de Balears donde dijimos, por activa y por pasiva, que no facilitaríamos un Gobierno del PP. Ahora, a posteriori, no pueden obligarme a romper este contrato", indicó Pons ayer a este periódico.

El parlamentario socialista afirmó que la decisión del comité federal del pasado domingo "merece todo mi respeto, pero yo por ética y por moral tengo que votar no al PP". Para Pere Joan Pons la disciplina de partido que quieren imponer desde Ferraz no es la cuestión de fondo. La verdadera cuestión es como resolver la división interna en la que está sumido el partido socialista. En este sentido, Pere Joan Pons, recordó que el articulo 79 de la Constitución "deja claro que el voto de un diputado es personal e indelegable". Con estas palabras, el diputado quiso evidenciar que no acatará la disciplina de voto.

Por otra parte, también comentó que él, como diputado, se debe al PSIB y a los ciudadanos de Balears, no al grupo parlamentario. En este mismo sentido se ha manifestado en varias ocasiones la otra diputada socialista por Balears, la ibicenca Sofía Herranz.

La presión que están ejerciendo los máximos dirigentes socialistas sobre el PSIB, para que acaten el mandato del comité federal para abstenerse, es considerable. Los abanderados de esta ofensiva sobre los dos diputados isleños son sus compañeros del PSOE andaluz. Pere Joan Pons relataba la pasada semana la anécdota de la tensa reunión que mantuvo el parlamentario isleño con varios diputados socialistas por Andalucía. Tuvo lugar en un despacho del Congreso de los Diputados que estaba presidido por una gran foto de Susana Díaz. Los andaluces defendían que lo mejor para el partido era la abstención y Pons que el votante socialista no perdonaría que apoyaran un Gobierno del PP y, por ello, tenía derecho a votar no a Rajoy. El parlamentario balear admitió que dicha reunión con los andaluces y la gran foto de Díaz tuvo lugar en el Congreso de los Diputados y se limitó a comentar que el encuentro con los hombres de Susana Díaz "fue tan tenso como divertido".