Doce días después, la conselleria de Educación reveló ayer las conclusiones de su investigación sobre el episodio violento que se vivió el pasado 5 de octubre en el patio del colegio Anselm Turmeda de Son Roca. La versión oficial: una niña de ocho años fue agredida por parte de sus compañeros, pero "sin intencionalidad previa" ni el marco de una situación de acoso escolar.

La menor acabó herida por una disputa con otros siete compañeros por un balón, una riña que duró "menos de un minuto". Las dos profesoras que vigilaban el patio "no pudieron reaccionar a tiempo al estar realizando otras actividades".

El equipo directivo y el profesorado no llevó a la menor al médico al no haber apreciado ninguna secuela física que les hiciera pensar que era necesario. Los siete niños implicados en la pelea, de entre ocho y once años, serán expulsados entre tres y cinco días y aseguran estar arrepentidos.

Estos son algunos de los detalles de la investigación que resumió el conseller March en declaraciones hechas a los medios ayer en el Parlament. Reiteró la "tolerancia cero" a "cualquier tipo de agresión" y su apoyo a la familia. También aplaudió la reacción del equipo directivo. Sugirió ampliar de dos a tres el número de profesores que vigilan el patio, medida que Educación estudiará generalizar a todos los colegios.

El pasado día 5, alumnos de diferentes cursos (de 4º a 6º de Primaria) jugaban al fútbol durante el recreo. La menor agredida jugaba con el equipo que iba ganando y al finalizar el patio cogió la pelota.

Los niños que jugaban en el equipo contrario fueron tras ella hasta que la pillaron. Según el informe realizado por dos inspectores, la niña cayó al suelo empujada por otro niño y se inició un forcejeo entre ellos por el balón, que la menor tenía aferrado "muy intensamente". Otro alumno se sumó a la disputa. Un tercero fue empujado involuntariamente por una alumna, que su vez fue empujada también por otro. Todos cayeron sobre la niña que retenía la pelota. Otros dos críos se tiraron sobre ella también para quitarle la pelota. En la riña, uno de los estudiantes le habría pegado "alguna patada", sin determinar si era al grupo, a la niña o la pelota. Todo, "en un espacio de tiempo inferior a un minuto".

Tras los incidentes, la niña siguió las clases "con normalidad" y ningún profesor apreció secuelas físicas que le hicieran pensar que necesitaba de asistencia "ni siquiera del botiquín". El informe reza: "Solo mostraba pequeñas marcas en el codo y en la pierna, compatibles con la caída al suelo".

Inspección concluye que "en ningún momento se detectó en los alumnos intención previa de agredirla, sino un acto no premeditado para quitarle la pelota, lo cual no los exime de una conducta gravemente perjudicial para la convivencia del centro". Siguiendo las medidas correctoras que establece el decreto de derechos y deberes del alumnado, la dirección ha expulsado cinco días a dos niños de ocho y nueve años "por haber participado de manera más violenta". Los dos niños de once y doce años serán expulsados también cinco días al considerar que al ser los mayores "no sólo no tendrían que haber participado sino que tendrían que haber mediado para que no se produjera".

Los otros dos alumnos, de diez y once años, serán expulsados tres días. Las sanciones les fueron notificadas ayer: "Siempre hemos dicho que cualquier acción violenta ha de tener una respuesta y no puede quedar con impunidad".

Los siete estudiantes deberán dedicar el tiempo del patio de las próximas semanas a participar en actividades sobre el respeto y las normas de juego. El Institut per a la Convivència i l'Èxit Educatiu (Convivèxit) hará talleres para evitar la violencia y mejorar la convivencia. Los alumnos se muestran "muy arrepentidos" y le están escribiendo una carta a su compañera para que "se recupere pronto y vuelva a clase para continuar jugando al fútbol con ellos".

March insistió en que los inspectores han constatado que la menor es apreciada en el centro y descartó con rotundidad que fuera víctima de acoso escolar. Aunque la familia de la niña ha solicitado un cambio de colegio y de que así se le facilitará, el conseller indicó que le gustaría que permaneciera en el Anselm Turmeda, centro con el que quiere trabajar para ayudarle a recuperar "su buen nombre".

¿Qué ha hecho el centro y la Conselleria durante estos días?El equipo directivo fue al hospital en cuanto supo del ingreso de la niña. El día después de la agresión activó el protocolo de incidentes graves y habló con las hermanas de la cría.

El conseller habló en diferentes ocasiones con los progenitores y aseguró que se iniciaron las pesquisas "desde el minuto uno". Señaló no obstante que el proceso se ralentizó "por el ruido mediático" y el hecho de que la familia acudiera a Fiscalía de Menores: "Sin la intervención de la Fiscalía, se hubiera solucionado a nivel de centro".

March se reunió el pasado jueves con representantes de la Fiscalía de Menores, que supervisará las medidas adoptadas por el centro. Añadió además que Fiscalía está haciendo diligencias para ver si todos los derechos de los menores han sido protegidos y mencionó el absentismo de los alumnos que los días posteriores a la agresión dejaron de ir a clase porque sus familias decían tener miedo de los agresores.

"La directora fue nombrada"

El episodio del Anselm Turmeda acaparó varios minutos del pleno de ayer. La diputada del PP, Marga Prohens, aprovechó para plantear un pacto contra el acoso escolar, sentenció que que la actuación de los profesores que había en el patio "dejó bastante que desear" y concluyó que si no se ha actuado "con mayor celeridad y contundencia" es porque el puesto de director está vacante en este centro, algo que March desmintió de forma rotunda: "La directora fue nombrada, y lo es con todos los derechos y deberes".

La diputada de Ciudadanos, Olga Ballester, preguntó al conseller sobre la eficacia del protocolo contra el acoso escolar que Educación activó en febrero. March recordó que antes ni siquiera había protocolo y razóno que en siete meses de aplicación "no se pueden esperar milagros".