La conselleria de Trabajo logró ayer cerrar el acuerdo para reducir la cifra de festivos con apertura comercial de los 16 actuales a 10, con del respaldo de todas las organizaciones vinculadas al sector con una sola excepción: las grandes superficies. Ahora se va a abrir una carrera contrarreloj para que la reforma de la ley que regula a este sector se pueda tramitar a tiempo para que esta reducción de días con actividad pueda entrar en vigor el 1 de enero del próximo año, algo para lo que va a ser necesaria la colaboración del PP.

El acuerdo alcanzado ayer para modificar esa ley incluye varios puntos, según señaló el conseller del ramo, Iago Negueruela. En primer lugar, se aplica la citada reducción de 16 a 10 de los festivos con actividad comercial. Además, ocho de ellos serán inamovibles, pero dos podrán ser sustituidos por otros por los Ayuntamientos, para favorecer la autonomía municipal en esta materia. El objetivo es que por la coincidencia de fiestas locales, el comercio no pueda estar muchos días seguidos cerrado para evitar que se pierdan algunos productos.

Otro de los cambios va a ser el veto a que nuevos polígonos industriales sean incluidos en las zonas de gran afluencia turística (lo que permite abrir todos los días del año) a no ser que el Consistorio que lo propone lo justifique adecuadamente, y tampoco la existencia de un elemento de interés histórico-artístico podrá justificar que toda una población adquiera esa categoría, sino solo las inmediaciones del mismo.

En esta materia, habrá un cambio que puede adquirir especial relevancia: a partir de ahora, cuando se pretenda construir o ampliar alguna gran superficie o centro comercial, el Ayuntamiento y Consell Insular correspondientes deberán emitir un informe favorable sobre la incidencia que su actividad va a tener sobre las infraestructuras de la zona, como serían las carreteras, y se podrá obligar a la citada empresa a financiar las medidas correctoras que se deban adoptar. Esta novedad resulta significativa a la vista de los problemas de tráfico registrados durante los primeros días de apertura de un nuevo centro junto al Coll d'en Rabassa.

Además también se adaptarán a la normativa estatal las sanciones previstas en la ley balear de comercio, dado que estas últimas eran superiores a las primeras.

¿Quién apoya estos cambios? Las patronales del comercio tradicional Afedeco y Pimeco, más las de Menorca y las Pitiüses; los sindicatos UGT y CCOO; y las asociaciones de consumidores. Por contra, la patronal estatal de grandes superficies (Anged) se mantuvo en la defensa de mantener los 16 festivos con actividad en el sector. Eso supone que los sindicatos se incorporan al acuerdo (se habían quedado fuera al aprobar la ley actual), pero salen del mismo las grandes empresas.

Ahora el problema del Govern tiene que ver con los plazos ajustados que quedan para tramitar la citada reforma de la ley. El conseller Negueruela solicitó a todos los grupos políticos que hagan suyos los acuerdos alcanzados ayer, alegando que no se trata de propuestas elaboradas por su Conselleria, sino del propio sector. Porque si algún partido de la oposición rechaza la tramitación urgente y opta por presentar alegaciones, los cambios se retrasarían y no podrían entrar en vigor en enero del próximo año, algo que según reconoció el propio conseller y el representante de CCOO, generaría "mal rollo" dentro del sector.

Es precisamente en este punto donde radican las últimas esperanzas de las grandes superficies, por cuanto la ley que ahora se quiere cambiar es la que pactó el anterior Govern del PP con los 16 festivos ahora en vigor. Hay que tener en cuenta que al tratarse de la tramitación de una ley y no utilizarse la fórmula del decreto, Anged no tiene posibilidad de recurrirla. Así, las dudas aparecen respecto a la postura que puedan adoptar los populares o Ciutadans.

Satisfacción de los firmantes

Frente al descontento de las grandes superficies, las organizaciones que han suscrito el acuerdo no ocultaron su satisfacción. El presidente de Pimeco, Bernat Coll, reconoció que ha sido una negociación costosa y que ha precisado de mucho debate, pero se felicitó por el hecho de haber cerrado finalmente un pacto en esta materia. Su homólogo en Afedeco, Rafael Ballester, no ocultó que "quizás se podría haber ido más rápido" para no apurar tanto los plazos, pero coincidió en que el acuerdo es muy importante y expresó su esperanza de que sea ya una realidad en 2017.

El secretario general de CCOO-Comercio, Ginés Díez, felicitó al conseller y a su equipo por el trabajo realizado y por haber incorporado a los trabajadores al acuerdo, y restó importancia a la ausencia de las grandes superficies por considerar que representan a un número limitado de empresas. El responsable del área de Comercio en UGT, Bladi García, afirmó que se ha alcanzado un equilibrio que va a beneficiar al sector y que ayudará a los trabajadores a conciliar su vida profesional y familiar.