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Una investigación que dura casi tres años

Una empresa aportó los primeros datos de las irregularidades a cambio de que se le redujera la sanción que se le iba a aplicar

Sede de la Federación Empresarial Balear del Transporte, en la primera planta.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia lleva casi tres años investigando las presuntas irregularidades que se dan en el sector balear del transporte y que han derivado en la apertura de un expediente sancionador y en la propuesta de multas en su conjunto millonarias para las empresas implicadas.

Este trabajo nace en diciembre de 2013, cuando Autocares Alcas solicita a la Dirección de Competencia la exención de una multa a cambio de facilitar información sobre la presunta existencia de un cártel en el sector del transporte de viajeros por carretera de Balears, y especialmente en el segmento del transporte escolar para centros públicos.

En abril de 2014 se concedió esa exención condicional a la citada empresa, por haber sido la primera en facilitar informacióin suficiente para iniciar una inspección, y ese mismo mes se ponen en marcha las primeras inspecciones en las sedes dealgunas delas grandes firmas isleñas del transporte y de su patronal. A partir de ahi, se solicitó información al Govern, al Consorcio de Transportes de Mallorca y a numerosas empresas.

Lista de los implicados

El resultado ha sido la apertura de un expediente en el que está implicado la mayor parte del sector en el archipiélago. Basta enumerar el listado de los presuntos responsables de las irregularidades esgrimidas por Competencia, ya sea en el ámbito del transporte escolar o del discrecional: la Federación Empresarial Balear de Transportes, Transunión Mallorca, Ultramar Express Transport, Roig Bus, Autobuses San Antonio, Autocares Adrover, Autocares Alcas (aunque ésta puede quedar excenta de la sanción por su colaboración), Autocares Alorda, Autocares Arbotour, Autocares J. Caldentey, Autocares Estelrich, Autocares Gar Fra, Autocares Levante, Autocares Llull, Autocares Lucas Costa, Autocares Mallorca, Autocares Norte, Autocares Payá, Autocares Puerto Pollensa, Autocares Pujol Palmer, Autocares rafael Nadal, Autocares Roca, Autocares Vidal, Autolíneas Mallorca, Autos Vicebs, Bohigas Cars, Bus Nort Balear, Class Labour, Comercial i Transports Lloret Vistalegre, Autocares Emilio Seco, Herederos de Francisco Vilas, Ibizatours & Islanbus, José Cánovas Autocares, M.M. Romerías, Torres Allés Autocares, Transacobo, Viajes San Francisco y Voramar El Gaucho. La lista parece interminable, pero es el reflejo del alcance que tiene la investigación realizada.

Conviene recordar quer tanto la patronal como las citadas firmas, salvo alguna excepción, han alegado en favor de su inocencia, y que ahora será la Sala de la Competencia la que determine si las sanciones propuestas están justificadas.

Como se ha indicado, tres son las infracciones básicas que se les achacan, como es la creación de un cártel para repartirse el transporte escolar (es la que afecta a la mayoría de los nombres antes señalados), la fijación de tarifas mínimas en el discrecional y en los pactos entre empresas para distribuirse los servicios en este último campo.

¿Qué conseguían con todo ello? Según la Dirección de Competencia, las empresas lograron eliminar toda incertidumbre en sus operaciones respecto a lo que podía hacer la competencia, al contar con pactos entre ellas, con efectos director sobre los precios y, en el caso del cártel del transporte escolar, en perjuicio de la Administración pública al no beneficiarse de los descensos en los costes que suelen acompañar las licitaciones.

En el caso de los concursos que promovía el Govern para repartir las citadas rutas del transporte a las escuaelas públicas, Competencia enumera algunas de las prácticas más comunes para pactar a los ganadores.

En primer lugar, señala lo que denomina como ofertas de resguardo, encubiertas, de cortesía o simbólicas. Con este sistema, se determina qué empresa debe de ser la ganadora, y otras, previo pacto, presentan ofertas más altas para no ser las elegidas o que incluyen términos especiales que se sabe que van a resultar inaceptables para la Administración.

También se señalan casos en que alguna empresa retira su candidatura para que gane otra, o acuerdos de rotación de ofertas para que haya turnos entre los vencedores.

En el caso que nos ocupa, el documento de Competencia señala que la práctica más habitual en Balears era la de pactar que otras empresas presentaran ofertas peores para no ser elegidas de forma que se sabía antes cuál debía de ser el vencedor del concurso. Eso suponía que todas sabían que propuesta iba a hacerla otra, pero se añade que la patronal del sector las conocía también para garantizar que se iba a cumplir lo previamente acordado entre ellas.

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