La madre de la niña agredida en el patio del colegio de Son Roca mostró ayer su total disconformidad con la resolución del expediente abierto por la Conselleria de Educación por este caso. Ni siquiera la expulsión durante cinco días del centro a los implicados directamente en la paliza a la menor satisfizo a la progenitora. "Esos niños son muy violentos. Lo mismo que le han hecho a mi hija se lo pueden hacer a otros. No pueden estar con chicos normales, se los van a comer", recalcó. Según la madre de la menor, los alumnos que presuntamente fueron autores de la agresión a la niña "son conflictivos". En su opinión, estos menores "deberían ir a un colegio especial, donde estén vigilados. Todos los días tenían problemas con ellos y el fútbol les trastornaba", subrayó.

Las quejas de la madre de la niña no solo se circunscriben a los autores materiales de la agresión a la niña. Su indignación se ha hecho extensiva a la dirección del colegio y al comportamiento de determinados profesores, que considera anómalo. "Mi hija salió dolorida y una profesora le dijo que fuera a las clases a buscar con una nota a los que le habían pegado. Eso es algo que tenía que haber hecho ella", abundó. Otro de los extremos a los que la progenitora no ha encontrado explicación es a la falta de vigilancia en el patio mientras jugaban al fútbol. "La profesora tenía que haber socorrido a mi hija y si se tiene que ir a atender a algún alumno discapacitado, otro se tiene que quedar en su lugar", señaló. Por encima de todo, lo que más molesta a la madre de la menor es que no le hubieran avisado de la agresión hasta que la fue a recoger. "Tenían que haberla llevado a Son Espases o haber llamado a la familia. Mi hija fue bien al colegio y salió mal. Ahora está todo en manos de mi abogado", indicó.