El vacío que deja Air Berlín es enorme. La compañía a la que se le construyó con dinero público toda una terminal del aeropuerto para que creciera a su ritmo y gusto retornó parte de la inversión a Mallorca en forma de los miles de empleos, los millones de pasajeros y los cientos de conexiones que hizo fluir por una isla que pasó a ser el trampolín que enlazaba todo el centro y el norte de Europa con el Mediterráneo, África y el sur europeo. El resultado fue un fulgurante ascenso al primer puesto en Mallorca por volumen de actividad y de rutas: Air Berlín llegó a frisar los 6 millones de pasajeros en Palma en un solo año, un volumen con el que doblaba al segundo clasificado. Así fue en 2015, antes del inicio de la estampida, con Ryanair y su crecimiento acelerado como único rival, pero a mucha distancia (3,2 millones de pasajeros de Ryanair frente a 5,4 de Air Berlín el año pasado). Ahora esos 5 millones tendrán que volar con otras aerolíneas. Y eso es un enorme vacío por llenar. Parte ya se ha ocupado. Tienen el gráfico junto a estas líneas: Air Berlín, hasta final de agosto ha perdido este año hasta final de agosto 350.000 pasajeros, más o menos los que ganó Ryanair, que cerrará 2016 cerca del liderazgo en Palma. El año que viene será suyo.
¿De dónde saldrán los otros 4 millones de plazas a repartir con la estampida de Air Berlín? Eurowings (en la tabla aparece con su nombre actual, Germanwings) es la favorita a saltar de su actual sexto puesto, con un millón de viajeros anuales, al tercero, por encima de Air Europa y usando los aviones de Air Berlín para llegar a dos millones. Igualmente prevén avanzar con fuerza Vueling y, sobre todo, Norwegian, EasyJet y TUI Fly, las tres ya con base en Palma. Con lo que vienen meses frenéticos en los cielos de Mallorca, que cambiarán por completo tras la marcha de la aerolínea berlinesa que hizo de Palma su conexión estrella.
