La presidenta del Parlament, la podemita Xelo Huertas, salió ayer al paso de la avalancha de críticas originadas por utilizar un viaje oficial a Roma para quedarse varios días más de vacaciones en la capital italiana. Mediante un comunicado, se defendió de los ataques asegurando que el Parlament solo le pagó el viaje de ida para asistir a la inauguración de una exposición de Ramon Llull en El Vaticano. El de vuelta se lo pagó ella, asegura. La nota fue su respuesta a las duras críticas que recibió y a las que ella replicó asegurando que a partir de ahora vigilaría "a los diputados que falten a los plenos".

"Mis días de vacaciones en Roma -aseguró Xelo Huertas- no han representado para el Parlament y para los ciudadanos de Balears ningún gasto económico. Es más, el importe del billete de vuelta hacia Palma será íntegramente pagado por mi persona, por lo que supondrá un ahorro para las arcas públicas". Para que quede claro, también asevera: "Los gastos privados que correspondan a mis días de ocio, también los voy a pagar yo".

Xelo Huertas también apunta que desde que asumió el cargo de jefa del Parlament no había tenido vacaciones "más allá de días ocasionales". Acto seguido, se convierte en defensora de la transparencia: "El Parlament y yo misma continuaremos siendo un ejemplo de transparencia en lo que respecta a los actos y gastos económicos institucionales".

Huertas solo recibió el apoyo de su compañera de partido, Laura Camargo, quien aseguro que "la presidenta del Parlament no vulnera el código ético de Podemos. El Estatuto del Trabajador establece que se pueden coger 30 días de libranza".

David Abril de Més, prefirió no comentar las vacaciones de Huertas. Al final, no obstante, recordó que el código ético de Podemos "no les permite aprovechar viajes oficiales para tomarse vacaciones". Margalida Prohens, portavoz del PP, criticó que "estéticamente queda muy mal el viaje de la presidenta Huertas. ¿Ni en agosto ni en enero había tiempo para organizarse las vacaciones?", preguntó. "No hay ningún motivo para que ella falte a un pleno por estar de vacaciones". El socialista Andreu Alcover apuntó que no le parecía "oportuno", pero que no afectó al pleno del martes.