Lenguas clásicas, pero no muertas

Y es que las lenguas clásicas ya no se enseñan solo a base de guerras púnicas y puro rosa rosae. Hay innovación y ganas de hacer cosas. ¿Por ejemplo? Vinculando algunos emojis del Whatsapp con la cultura romana o animando a los alumnos a escribir mensajes con el teclado del móvil en griego: "Los chicos se sorprenden mucho".

Así lo asegura Javier Martos, presidente de PÈLAG, la Plataforma d'Ensenyants de Llatí i Grec de Balears, una entidad recién creada que quiere ser el interlocutor válido ante la administración para insistir en la importancia de estas materias en un momento en el que la LOMCE arrincona a las enseñanzas más humanísticas y a las asignaturas menos 'útiles' (según la concepción de la ley Wert).

Martos defiende los valores clásicos ya que "enseñan para la vida" y "a pensar por uno mismo". El profesor asegura que entre sus colegas están cansados de escuchar ideas repetidas "y falsas", como que el latín y el griego son lenguas muertas: "El léxico del catalán y el castellano está cargado de latinismos y helenismos: conocer el latín y el griego te permite conocer mejor tus propias lenguas; no son lenguas instrumentales, pero sí están vivas". Otra falacia: "No sirven para nada". Martos señala que cursar el Bachillerato Humanístico "no te llevará a abrir un despacho o una empresa directamente, pero sí te da alas para la divulgación de la cultura, la investigación, la educación... y esto también forma parte de la sociedad".

¿Qué papel ocupan en el horario estas materias? En el Bachillerato Humanístico hay Latín y Griego en los dos cursos, pero en el Bachillerato de Ciencias Sociales la LOMCE ya no deja la opción de hacer nada de clásicas. En 3º de ESO hay una optativa de Cultura Clásica y en 4º de ESO se puede hacer una de Latín. El número de alumnos que cursan estas materias es muy reducido en comparación con las otras opciones (hay clases con tres alumnos o menos), pero este profesor del IES Binissalem cree que la sociedad se equivoca al concluir que eso quiere decir que son asignaturas "que no tienen valor" ya que "que no estén destinadas a todo el mundo, no significa que no tengan un rol importante", sostiene.

Rebate asimismo la idea de que el Bachillerato Humanístico es más fácil y por eso acaban allí los alumnos que no se ven capaces de hacer otro itinerario. "Incluso hay profesionales de la educación que creen que es residual y va acabar despareciendo", lamenta Martos, "pero en otros países está cogiendo mucha fuerza".

Ante esta caída de estudiantes, hace años que Educación empezó a ofertar la modalidad de enseñanza on line para griego y, aunque ha empezado a desaparecer, PÈLAG pedirá a la Conselleria que la suprima del todo y que garantice siempre la enseñanza con profesor.

En Balears existe una delegación de la Sociedad Española de Estudios Clásicos (SEEC), presidida por Francesc Casadesús, pero estos profesores la veían "un poco parada" y, aunque quieren seguir colaborando con la SEEC, veían necesario crear esta plataforma para reivindicar con más fuerza su papel y el de sus materias en el sistema educativo y en la sociedad.

Además de pedir la reunión con Martí March, entre sus planes más inmediatos están el facilitar el espacio y la comunicación entre socios para compartir experiencias e ideas, ya que el profesor de latín y griego es una isla sin departamento en cada instituto y se enfrentan a sus asignaturas en soledad. Además, quieren continuar trabajando en las próximas actividades de Párodos (el festival juvenil europeo de teatro grecolatino de Balears) y de Maremàgnum, que engloba distintas acciones para difundir la cultura clásica con conferencias, curiosidades, cine...

Más de medio centenar de profesores se han apuntado a PÈLAG, cuyo logo es un tritón que sale de las aguas. Para elegirlo se inspiraron en un poema de Catulo, que reza que aunque estés en medio del oleaje -como podría ser la LOMCE-, el mar siempre te da la oportunidad de sacar la cabeza y ver lo que hay alrededor.