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Crisis humanitaria

Manolis Vournous: "La solidaridad con los refugiados debe repartirse por toda Europa, no asumirla sólo las zonas fronterizas"

"El acuerdo de la UE con Turquía, para nosotros, ha sido un desastre. Estamos desbordados"

Manolis Vournous, ayer en Palma posando para esta entrevista.

A la isla griega de Quíos, en la frontera marítima de Europa con Turquía, le ha tocado vivir de primera mano la crisis humanitaria de los refugiados. En marzo, el presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat, la visitó para conocer la situación. Ahora es su alcalde, Manolis Vournous, quien ha venido a Mallorca para contar cuál es la realidad de los refugiados en su isla y explicar de qué ha servido la ayuda del Consell.

-En el Consell describió una situación límite en Quíos por la llegada de refugiados.

-Desde que esta crisis empezó, en Quíos han dejado de existir las necesidades de la población local. Ya no se discuten los problemas de la ciudadanía. El único tema de discusión son los refugiados.

-¿Cuántos refugiados hay ahora mismo en Quíos?

-El Estado habla de 4.000, yo calculo que alrededor de unos 2.700.

-Como alcalde, conoce bien las necesidades que hay.

-En este momento lo principal es saber dónde ubicar a los refugiados. Tenemos dos campamentos llenos y ahora ya se han empezado a ocupar espacios públicos, como parques y plazas. Dónde ubicarlos es lo primero que ahora debemos resolver.

-Fue claro al señalar que en su isla el problema está allanando el camino a discursos populistas y xenófobos. ¿Le preocupa?

-Desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda se están aprovechando de esta situación. Buscan señalar los problemas que hay a pesar de que el ayuntamiento no puede afrontar más que un 10 por ciento de lo que representa. No existe un rechazo a los refugiados por parte de la población. Fueron los primeros en salir a ayudar cuando empezaron a llegar. ¿Quieren que se de solución al problema? Claro. ¿No quieren que haya refugiados? Sí. Pero no es cuestión de racismo.

-Usted dijo que, por necesidad, los refugiados habían empezado a delinquir. ¿Decir eso no puede alimentar el rechazo?

-Si hay que afrontar la realidad tiene que ser con la verdad por delante. Si hay refugiados que están actuando fuera de la ley, hay que decirlo y actuar. Naturalmente, no significa que todos los refugiados sean delincuentes. Además, no son delincuentes habituales, son personas que se ven obligadas a hacerlo por la situación.

-¿Cuál ha sido la gestión de su ayuntamiento ante esta crisis?

-Pusimos en marcha dos campos. Un primer campo de acogida donde dábamos la primera asistencia y un segundo donde había una atención más especializada. Compramos el terreno y las ONG pusieron las tiendas. Nosotros pusimos agua, electricidad, pozo negro. Llevábamos un control. Sin necesidad de transporte se llegaba del campo a los puertos de salida. Quíos era un sitio de paso y así como la gente llegaba iba saliendo. Desde el acuerdo entre Europa y Turquía el pasado 20 de marzo, eso ya no funciona. La gente ahora se está acumulando. Las ONG se han ido y ya no podemos llevar un control.

-Entonces, ¿la política europea para ustedes ha sido más un problema que una solución?

-Para Europa habrá funcionado. Donde antes llegaban 400.000 refugiados, ahora llegan 14.000. Para Turquía, no lo sé. Lo desconozco. Para nosotros ha sido un desastre. Estamos desbordados.

-¿La gestión de Europa con los refugiados ha estado a la altura?

-La Unión Europea ha sido gran parte del problema. Primero con una actitud de llamada y luego por las soluciones que se han tomado. Hace seis meses del acuerdo con Turquía y se ha visto que esta no es la solución. Espero que Europa recapacite y tome nuevas soluciones. No se ha atendido a los refugiados como se debería y tampoco se han aportado soluciones a la presión que supone para la población local.

-No podemos olvidar que la administración griega ha tenido que hacer frente a la acogida de refugiados tras años de austeridad y crisis. ¿Se ha notado?

-Es una crisis que aún sufrimos. No sabría decir qué habría pasado en otras circunstancias. Ahora la población está destruida social y económicamente. Debido a lo que está pasando, este año han bajado un 70 por ciento los vuelos chárter y no sabemos si tendremos el año que viene.

-¿Cuál debería haber sido la política frente a los refugiados?

-Si Europa quiere mantener los valores humanistas y de sociedad occidental no puede mantener el mismo concepto de refugiados que hace 60 años. Hay muchos tipos de refugiados. Hay que trabajar teniéndolo en cuenta. Las personas que están al frente de Europa deben aproximarse al problema y venir a visitar las zonas que acogemos refugiados. Hay herramientas para registrar a los refugiados y darles solución. La solidaridad debería repartirse por toda Europa, no asumirla sólo las zonas de la frontera de Europa.

-Llega a Mallorca de la mano del presidente Miquel Ensenyat, que, precisamente, fue cuestionado por viajar a Quíos. Se criticó que ese viaje no servía de nada. ¿Les ha aportado algo el viaje de Ensenyat a su isla?

-Es un viaje que deberían hacer muchos otros que tienen una opinión sobre lo que sucede pero que no conocen la realidad. Hay que ver qué es lo que está pasando. Hay que conocer cuáles son las necesidades reales que hay, que no es necesario que lleguen quince contenedores llenos de ropa usada, que no sirven para nada. No se trata de venir como una superestrella para hacer un tuit, aunque sea para movilizar. Ensenyat no sólo vino para movilizar, también para informarse y para saber bien cómo ayudar.

-¿Para qué les ha servido la ayuda de la campaña del Consell, 'Mallorca con Quíos’?

-La ayuda se ha invertido en tres ejes. Primero, en necesidades sanitarias: dos desfibriladores, camillas y medicamentos. Luego, una excavadora, para enterrar las montañas de chalecos y para recoger restos de lanchas. Finalmente pudimos contratar dos personas para tareas de mantenimiento. Si hubiéramos esperado a la respuesta de Europa para esto todavía no lo habríamos resuelto.

-Ha venido a Mallorca para relatar la situación en su isla. ¿Ha visto a la sociedad mallorquina concienciada de lo que ocurre?

-No conozco al detalle a los mallorquines, pero sí he detectado una concienciación sobre las necesidades de Quíos como isla.

-Ha anunciado que se va a desmantelar el campamento.

-Este campamento fue creado para asistir a quienes llegaban. Luego estaban dos días y se iban. Desde el acuerdo con Turquía se quedan durante meses. No tiene sentido mantenerlo.

-¿Qué pasará con los refugiados que ahora viven en él?

-Estas personas pueden ser alojadas en apartamentos u hoteles. No se pueden quedar ahí para siempre. Algunos sí. Pero habrá que encontrarles una solución.

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