El canal entre Mallorca y la isla de sa Dragonera será la octava reserva marina de Balears. Serán 912 hectáreas de superficie marítima protegida y destinada a la recuperación de los recursos pesqueros. Y, con ella, serán ocho las reservas marinas que tendrá el archipiélago: casi 60.000 hectáreas de reservas marinas en las islas.

El Govern aprobó ayer el decreto para declarar reserva marina el canal que separa sa Dragonera de la costa del municipio de Andratx. Esta figura medioambiental regulará la extracción de fauna y flora marina y tiene, precisamente, por objetivo la recuperación de biomasa y recursos pesqueros. En total, según explicó el conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, con la regulación que implicará la reserva, se prevé que la población pesquera aumente hasta un 20 por ciento.

Entre las medidas que se contemplan en el Decreto aprobado está la prohibición de la pesca de arrastre y de la pesca submarina, que son, según el conseller, "las prácticas pesqueras más agresivas". Sólo quedarán autorizadas las modalidades tradicionales de pesca profesional y pesca recreativa.

Beneficiar a los pescadores

En este área operan de manera tradicional las embarcaciones de la cofradía de Andratx y las barcas recreativas de Sant Elm. Según informó Medio Ambiente, diversos informes del Servicio de Recursos Marinos han puesto de manifiesto que las poblaciones de peces vulnerable a la pesca están en niveles muy bajos y, por ello, debe regularse para compatibilizar la conservación con la actual actividad del sector pesquero.

Por otra parte, según explicó el titular de Medio Ambiente, los fondeos de embarcaciones en la reserva marina no quedan regulados en la nueva norma, pero es un tema que "deberá abordarse en el futuro". Vidal señaló que esta declaración de reserva marina pretende que "el sector pesquero pueda verse beneficiado".

En el fondo marino del canal de sa Dragonera destacan las praderas de posidonia oceánica, que actuan como zonas de elevada producción biológica, según explicó el conseller. Por ello, la zona ya incluye una parte del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y forma parte del entorno del Parque Natural de sa Dragonera.

La declaración como reserva marina del canal de sa Dragonera era una petición de varios colectivos ecologistas y de instituciones como el Ayuntamiento de Andratx o el Parlament balear.

Con esta protección, se actua según las directrices del proyecto Mission Blue, cuyo objetivo es la protección del 20 por ciento del área marina del planeta. El conseller Vidal se felicitó por el hecho de que el mar balear es el único lugar del Mediterráneo que cumple con estas directrices.

60.000 hectáreas protegidas

El canal de sa Dragonera se convierte en la octava reserva marina del archipiélago. Actualmente ya existen las reservas de la Bahía de Palma, al sur del Arenal; la del Norte de Menorca; la de Llevant, en la costa de Capdepera y Artà; la del Migjorn de Mallorca, que comprende desde la costa de Campos hasta Santanyí y que incluye todo el archipiélago de Cabrera; la de la Illa del Toro y la de las Illes Malgrats, en la costa de Calvià y la del canal entre Eivissa y Formenta. Todas ellas suman ya 58.900 hectáreas, que sumadas a la nueva reserva, alcanzan las 59.812 hectáreas protegidas.

En el decreto aprobado ayer por el Govern, se incluye además ampliar la protección máxima de la reserva marina de las Pitiüsas, devolviendo los límites a su superficie inicial. El 22 de mayo de 2015, el anterior Ejecutivo modificó los límites de la zona de protección máxima del islote de s'Espardell, reduciendo 100 hectáreas la reserva marina. Ahora, esta reserva volverá a contar con 15.000 hectáreas de superficie protegida.

En un futuro estas reservas podrían aumentarse, ya que la demanda social ha empujado a tomar en consideración la creación de nuevas áreas protegidas en el norte de Mallorca, donde ahora no existe esta figura. Los caladeros de Sóller y de Cala Sant Vicenç, podrían ser las próximas áreas marinas en verse reguladas por esta figura de protección ambiental.