El Govern balear reclama una condena de dos años de cárcel y 14 años de inhabilitación para el expresident Govern del PP por contratar a dedo a los arquitectos que construyeron el velódromo público Palma Arena, los hermanos Luis y Jaume García Ruiz. La acusación particular también solicita que el expresident del Govern Matas y su antiguo director general de Deportes, José Luis-Pepote Ballester,José Luis-Pepote Ballester devuelvan a las arcas públicas casi 856.000 euros.

El escrito de acusación de la Abogacía de la Comunidad Autónoma es el segundo formulado contra Matas en esta semana y corresponde a la pieza separada 9. El lunes se presentó otra calificación provisional en la pieza separada 8, la referente a la contratación, también sin concurso, del primer arquitecto del Palma Arena, Ralph Clemens Schürmann.

Por este caso se pide para el exministro de Medio Ambiente en un Gobierno de José María Aznar otra pena de dos años de cárcel.

La acusación particular imputa a Matas y Ballester en la pieza 9 sendos delitos de fraude y prevaricación. Por la primera acusación se solicita para Matas la condena de dos años de cárcel y diez años de inhabilitación especial y por la segunda otra condena de cuatro años de inhabilitación.

Pepote Ballester ostenta desde hace años la condición de imputado arrepentido en todas las piezas del Palma Arena. Por esa razón, las penas que se reclaman para este exdeportista olímpico son de 3 meses de prisión y de unos años de inhabilitación especial.

Contrato de 8,6 millones

Los hechos por los que Matas y Ballester serán juzgados en la pieza 9 se derivan de la contratación, en mayo del 2006, de los hermanos García Ruiz para que elaboraran el proyecto y dirigieran las obras de construcción del velódromo.

Según postula el Govern, Matas y su director general de Deportes fueron los que tomaron las decisiones sobre el velódromo, primero, a través de la Fundación pública Illesport y, después, controlando el Consorcio para la Construcción del Palma Arena, una entidad integrada por la Comunidad Autónoma, el Consell de Mallorca y el Ayuntamiento de Palma.

Según la calificación provisional, Matas y Ballester decidieron primero fichar a dedo y al margen de toda la normativa sobre contratación pública a Schürmann, alegando que era el único especialista capaz de diseñar una pista en el velódromo susceptible de ser homologada por la Unión Ciclista Internacional (la UCI).

Cabe recordar que la instalación deportiva se construyó deprisa y corriendo para que estuviera a punto para el Campeonato Mundial de Ciclismo en Pista, que se celebró en mayo del 2007.

Luis y Jaume García Ruiz, que eran íntimos amigos de Matas, también fueron fichados, a dedo y verbalmente, como colaboradores de Ralph Schürmann, que no podía firmar proyectos en España al no estar colegiado.

Caído en desgracia

Schürmann cayó en desgracia y Matas decidió que sus amigos García Ruiz se ocuparan en exclusiva del proyecto. El 8 de mayo del 2006 el Consorcio para el Palma Arena firmó un contrato con GR1 S.L., la empresa de los dos hermanos para que estos se encargaran, a cambio de casi 8,6 millones de euros, del proyecto, la dirección de las obras, la contratación de otros técnicos (aparejador e ingeniero), la construcción de la pista y otros asuntos.

De acuerdo con el Govern, el fichaje de los dos arquitectos mallorquines se realizó también sin cumplir las normas de contratación pública y el precio fue pactado por Ballester y los dos hermanos. La acusación particular reclama un 10% del dinero pagado a los arquitectos a Matas y Ballester, esto es, casi 856.000 euros, de los que el expresident deberá devolver el 80%.