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Abogacía de la Comunidad

El Govern no quiere que Segura se explique

Fuerte presión del PSOE sobre el PP para que no acepte la comparecencia en el Parlament del destituido exdirector de la Abogacía, que ha solicitado Podemos, para relatar la retirada de la acusación contra Matas

La consellera de Presidencia, Pilar Costa. B.Ramon

En el PSOE hablan de "conversaciones" y en el PP de "presiones". Lo cierto es que en el Govern de Francina Armengol hay verdadero pánico a que el destituido exdirector de la Abogacía de la Comunidad, Lluís Segura, explique en el Parlament cómo se tomó la decisión de retirar la acusación contra el expresident Matas en dos de las piezas separadas del caso Palma Arena, la de la Ópera y la del Palacete. El Ejecutivo quiere evitar a toda costa esta comparecencia solicitada por su socio Podemos y la decisión estará en manos del PP y de El Pi que comanda Jaume Font.

Ayer la mesa del Parlament admitió a trámite el escrito de comparecencia del exdirector de la Abogacía solicitada por Podemos. No obstante, deberá ser la comisión de asuntos institucionales, presidida por la diputada socialista María José Camps, la que decida si se acepta que el funcionario acuda al Parlament a explicarse. Podemos quiere saber los motivos de la retirada de la acusación contra Matas y si la consellera de Presidencia, Pilar Costa, y la presidenta del Govern, Francina Armengol, estaban informadas. Ambas han negado por activa y por pasiva ser conocedoras de la decisión.

El pánico del Govern radica en que las explicaciones de Segura pueden dejar muy tocada a la consellera Costa. Hay que recordar que las palabras de Segura en este periódico el día antes de su destitución sembraron la duda: "El Govern estaba informado de la estrategia global y no de los detalles. En la Abogacía nunca se actúa al margen de nuestros superiores". Si Lluís Segura revela que el Govern estaba informado, tanto Pilar Costa como la propia Armengol deberán asumir responsabilidades políticas.

Según ha podido saber este periódico, el Govern ha puesto a trabajar al grupo parlamentario socialista con el fin de convencer al PP para que no acepte la comparecencia parlamentaria de Segura. El Govern sabe que no puede apoyarse en sus socios, ya que Podemos es quien la ha solicitado y en Més están meditando que postura tomar. Por este motivo, solo les queda intentar convencer al PP y a Jaume Font de El Pi.

En la comisión de asuntos institucionales el PP y Podemos no tienen mayoría. Por consiguiente, a la espera de lo que haga Més, Font se puede convertir en el salvador de Armengol y Costa evitando la comparecencia, o puede meter a la presidenta en una encrucijada si decide apoyar que el exdirector de la Abogacía responda en el Parlament.

¿Presiones o negociaciones?

En el Govern y en el PSOE no quieren llegar a esta situación. Quieren asegurarse antes de la comisión que la comparecencia de Lluís Segura quedará abortada. Por este motivo, desde hace días, destacados dirigentes socialistas intentan convencer a los populares de que esta comparecencia significaría sembrar un gran precedente. Diputados del PP aseguran que están recibiendo "fuertes presiones" del PSIB, que actúa en nombre y representación de Armengol. Los socialistas apuntan que solo son "conversaciones" en las que les recuerdan a los populares que Segura ahora solo es un funcionario más. Si aceptan que acuda al Parlament se abrirá la puerta a que cualquier grupo parlamentario pueda pedir que todos los funcionarios del Govern, incluidos profesores y médicos, sean interrogados por los diputados en la cámara autonómica. Pese a que el reglamento lo permite nunca se ha hecho, argumentan los socialistas. Añaden que en el Congreso de los Diputados solo comparecen ministros y secretarios de Estado.

No obstante, en el PP han advertido el pánico que hay en el Ejecutivo y en el PSOE a la comparecencia de Segura y no quieren desaprovechar la oportunidad de desgastar a Armengol aceptando una petición de Podemos, partido que apoya a la presidenta. Les han advertido de que en las comisiones de investigación sí han comparecido un sinfín de diputados. En Podemos están con la mosca detrás de la oreja y ya saben que sus socios del PSOE negocian o presionan al PP para evitar que su solicitud de comparecencia fructifique.

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