Abogado y miembro de la PAH, militó en el PCE y desde 2014 es miembro de la dirección de Podemos. Considerado como hombre de confianza de Pablo Iglesias, defiende sin fisuras la estrategia de mantener unas relaciones con el PSOE basadas en la igualdad, en lugar de optar por la línea amable que representa Iñigo Errejón. Rafael Mayoral (Madrid, 1974) llegó ayer a Palma para explicar a los círculos de Podemos de las islas la iniciativa 'Vamos', un conjunto de actividades previstas para el 17 de octubre, Día Mundial de la Erradicación de la Pobreza. Mientras volaba hacia Palma, se produjo la dimisión de la mitad dela Ejecutiva del PSOE con la salida de los críticos a Pedro Sánchez.
¿Qué cree que ocurrirá tras el golpe de los críticos del PSOE a Pedro Sánchez?
Hay un golpe de timón en el PSOE y habrá que estar a la expectativa. Ahora mismo todo son incertidumbres, pero parece que lo que se intenta es acelerar la restauración del régimen.
Usted era de los que pensaba que el nexo de unión entre Sánchez y Rajoy era que ambos miraban hacia unas terceras elecciones. Si triunfa la operación interna contra Sánchez todo indica que Rajoy seguirá gobernando gracias a la abstención del PSOE.
Hay dos almas dentro del PSOE, los que querían unas nuevas elecciones y ver si con el nuevo reparto de la baraja les tocaba mejores cartas y los que deseaban la continuidad de Rajoy. Lo que ha ocurrido ahora es el intento de que las cosas vuelvan cuanto antes al desorden habitual.
¿Al desorden?
Sí. Es una manera de explicarlo. Todo esto forma parte de los movimientos del bipartidismo para restaurar el régimen. Si al final se confirma que lo que está ocurriendo en el PSOE tiene como objetivo asegurar la continuidad de Rajoy, todo quedará claro. Curiosamente, la crisis del PSOE lo que demuestra es la crisis de un régimen que se está resquebrajando y son los mismos constructores de ese régimen los que actuan para mantenerlo moviéndose como capas tectónicas.
¿Ve ya imposible la posibilidad de un Gobierno alternativo al de Rajoy, que pasaría por el acuerdo de PSOE y Podemos?
Desgraciadamente, antes de lo ocurrido en el PSOE con el golpe interno contra Sánchez ya nos movíamos entre la disyuntiva de terceras elecciones o Gobierno de Rajoy. Los plazos complicaban ya mucho la posibilidad de un Gobierno alternativo. Durante este tiempo hemos estado esperando a ver qué ocurría, ya que si nadie nos hace una propuesta todo lo que se pueda decir son especulaciones. La realidad es que no ha habido ninguna propuesta para debatir por parte del PSOE. En todo caso, es difícil que se nos ponga en la misma balanza que a Rivera, que ha dejado claro su apoyo a Rajoy.
La batalla en Podemos entre pablistas y errejonistas está muy vinculada a las relaciones que el partido debe mantener con el PSOE. Usted escribió un tuit que provocó un alud de contestaciones: "David no venció a Goliat haciéndose el simpático"
Lo mantengo. No dije nada que no piense todo el mundo. Hay que ser capaces de asumir la correlación de fuerzas actual y a la vez no caer en la complacencia. Sobre todo, no hay que agachar la cabeza ante los poderosos. Hay más de 5 millones de españoles que confiaron en Podemos para un cambio de verdad.
¿El apoyo de Podemos en Balears al Govern del PSOE y Més y su relación con estos partidos puede servir de ejemplo para la estrategia global del partido?
Hay que ser respetuoso con la construcción de los cambios en cada territorio. Saludamos el trabajo de los compañeros de Balears que han sabido y saben responder a una realidad tan compleja como es la de Balears. Cada situación exige ser creativos y capaces de ver la realidad, que en cada sitio es diferente.
La batalla entre pablistas y errejonistas ha estallado por el control del partido en Madrid. ¿Ocurrirá lo mismo en otros territorios cuando lleguen los correspondientes congresos?
En Madrid se ha producido un debate en el marco de la elección de la nueva dirección del partido. Es un debate sobre ideas para afrontar el futuro que se está desarrollando con normalidad. Somos más que un partido, somos un movimiento popular democrático y en nuestra organización la gente debate todo. Dicho esto, hay que diferenciar. Las comparaciones que se hacen que tienden a confundir Madrid con el Estado son un error. Cada territorio es diferente y Madrid es un territorio más.
¿Qué lecciones han sacado de los resultados electorales en Galicia y País Vasco?
La oposición a Feijóo en Galicia es Marea, en la que estamos. En Euskadi, Elkarrekin Podemos ha irrumpido con fuerza como un partido joven. Nosotros entendemos la pluralidad del país y eso cada vez será más importante. Tenemos un país plurinacional y hay que entenderlo. En todo caso, siempre hemos dicho muy claramente que el objetivo de Podemos es ganar las elecciones y poner en marcha nuestro programa con el fin de cambiar el país.
No parece que eso lo vayan a lograr a corto plazo y la realidad es que las dos últimas elecciones generales dan unos resultados que obligan a pactos para formar Gobierno.
Hemos sido los únicos que hemos dicho claramente en todo momento con quiénes podíamos llegar a acuerdos. Con Podemos, nadie ha tenido dudas.
