La portavoz de Més per Mallorca, Bel Busquets, insistió ayer en el malestar en el partido porque la presidenta Francina Armengol anunciara la pasada semana en el debate de política general del Govern la remodelación de Son Dureta. En este sentido, admitió que esta medida forma parte de los Acuerdos por el Cambio firmados por su partido, el PSIB y Podemos, pero consideró que a la hora de afrontar inversiones los socios de legislatura deben "consensuar las prioridades".

En este sentido, la dirigente de Més precisó que el proyecto para Son Dureta, que debería plasmarse ya en los presupuestos de la Comunidad para el próximo año, no debe "hipotecar otras inversiones en institutos o residencias" de las islas.

Añadió que este asunto, al igual que otras cuestiones como las decisiones de la Abogacía de la Comunidad, "han demostrado que debe haber más mecanismos de coordinación entre los diferentes miembros del Govern", es decir, PSIB y Més. Al ser preguntada si incluía a Podemos en esos mecanismos de coordinación, precisó que "en principio" se refería a los "socios del Govern", que han "acordado que trabajarán esto".

Si hasta ahora las críticas al funcionamiento del Govern, dirigidas a la gestión del PSIB, procedían sobre todo de Podemos, el anuncio de Armengol sobre el proyecto de Son Dureta sin haberlo consensuado antes con Més provocó duras críticas por parte del partido econacionalista. "No nos oponemos al hospital, sino a la priorización de esta infraestructura y a la ausencia de pacto", dijo Busquets.