Lluís Segura, jefe de la Abogacía de la Comunidad Autónoma, ha pagado los platos rotos de que el Govern retirara la acusación contra el expresidente Jaume Matas en los casos de la Ópera y el Palacete, piezas separada del caso Palma Arena. Ayer por la mañana la consellera de Presidencia, Pilar Costa, le comunicó que estaba destituido por "falta de confianza". El detonante de este relevo fulminante fue la información de este periódico, donde fuentes muy cercanas al Govern aseguraban que se había informado al Ejecutivo de la retirada de la acusación contra Matas. De igual modo, Costa consideró que las palabras de Lluís Segura a este diario eran un desmentido de su postura oficial y por ello aseguró que la "la confianza se había truncado".

El ya exdirector de la Abogacía se había limitado a explicar que el Ejecutivo "conocía la estrategia global de la Abogacía" de no acusar sin haber fundamento, pero que "desconocía los detalles del caso Matas". También puntualizó que nunca actuaba "al margen de sus superiores".

Precisamente, Costa en su comparecencia de ayer casi calcó las explicaciones de Segura. Reconoció que conocía la línea que se seguía, pero no había sido informada de los detalles. Es más, la consellera cargó contra el departamento jurídico del Govern, apuntando que el pasado jueves, cuando el juez José Castro dictó la providencia y se hizo público que el Govern no acusaba, "yo pregunté sobre esta cuestión y desde la Abogacía me dijeron que el escrito no estaba presentado".

Fuentes de los servicios jurídicos de la Comunidad, consultadas por este periódico, se extrañaron mucho de las afirmaciones de Costa. Entre otras cosas apuntaron que el escrito de retirada de la acusación por la Ópera y el Palacete entró en el juzgado de instrucción número 3 el pasado lunes y consideraron poco creíble que el jueves le dijeran a la consellera que no estaba presentado.

Este periódico se puso en contacto ayer con Lluís Segura, quien declinó hacer valoraciones de lo ocurrido al considerar que sería poco elegante opinar ahora.

La presidenta del Govern, Francina Armengol, desde Bruselas donde está de viaje, y la consellera Pilar Costa, tuvieron que lidiar ayer con una importate crisis con sus socios de Pacto. En especial con Més, que pidió responsabilidades políticas el lunes por la noche. El vicepresidente Biel Barceló llamó a Armengol a Bruselas para comunicarle su postura. Barceló también exigió medidas a Pilar Costa ayer por la mañana en el Parlament y David Abril, portavoz de Més, salió públicamente a pedir dimisiones en caso de no asumir las responsabilidades por haber retirado la acusación contra Matas.

Por su parte, Podemos calificó las explicaciones de Costa de "insatisfactorias" y según la portavoz, Laura Camargo, era preciso asumir responsabilidades políticas, entre otras cosas porque ya no se podía volver atrás y seguir acusando a Matas. El PP se sumó a la rueda de declaraciones y la portavoz Marga Prohens opinó que "es imposible que Costa y Armengol no conocieran la decisión, ya que dentro de los servicios jurídicos tienen a la exdiputada socialista Lourdes Aguiló".

Pilar Costa reaparece

La vorágine de declaraciones provocaron una actividad frenética en el Govern. Pilar Costa desapareció del Parlament durante unas horas para reunirse con Lluís Segura y comunicarle su relevo fulminante. A las 13.30 horas de ayer la consellera de Presidencia compareció en la cámara autonómica para comunicar la destitución del director de la Abogacía.

"No pienso poner en duda los argumentos jurídicos, pero hay una parte de argumentación política que no podemos compartir", aseveró Costa. Acto seguido, declinó entrar en un debate con el ya destituido director de la Abogacía: "No voy a entrar en dimes y diretes, porque los servicios jurídicos de esta Comunidad están por encima de todo. Lo que sí puedo decir es que el jueves pregunté por esta cuestión y me dijeron que el escrito no había sido presentado".

La consellera admitió que despachaba habitualmente con el director de la Abogacía y repasaban los temas candentes relacionados con corrupción y más concretamente los que afectaban a Matas. No llegó a aclarar si en alguno de estos despachos analizaron la estrategia a seguir.

Ante esta situación de grave crisis de Govern, Costa anunció un cambio de protocolo. La consellera de Presidencia señaló que "no es posible que en el Consell de Govern se analicen casos de desistimiento que tengan una valía de 1.000 euros porque son temas civiles o mercantiles y no se nos informe de los temas penales como este". El Govern quiere que todos los casos de personación judicial donde la Comunidad Autónoma deje de acusar pasen por el Consell de Govern. Desde los grupos de la oposición, especialmente el PP, calificaron la decisión de "muy grave" debido a que el "Pacto pretende controlar a los servicios jurídicos".

Fuentes funcionariales del Govern indicaron a este periódico que este tipo de decisiones suelen estar colegiadas y habitualmente existe un escrito de comunicación a la autoridad política. También indicaron que lo más probable es que Costa no viera esta comunicación reglamentaria de la Abogacía anunciando que se retiraba la acusación contra Matas. Estas mismas fuentes recordaron que Lluís Segura ha sido el responsable de la Abogacía que ha conseguido que Matas abonara 900.000 euros para resarcir sus diversos casos de corrupción.

Podemos no cree a Pilar Costa

Laura Camargo, portavoz de Podemos, afirmó tras conocer la destitución de Segura que "la consellera (Pilar Costa) no está diciendo toda la verdad", en clara alusión a la falta de explicaciones del Govern en el caso de Jaume Matas. "Haciendo rodar la cabeza del director de la Abogacía, se asegura de que no ruede la suya", añadió Camargo. La diputada criticó que con esta destitución el Govern consiga que Segura no de explicaciones en el Parlament, tal y como habían pedido. Més mostró su satisfacción por la destitución y Jaume Font (El Pi) criticó la "inestabilidad" del Govern.