La tromba de agua se salda con problemas de circulación e inundaciones en garajes

Una de las áreas más azotadas por el aguacero fue el pueblo de Son Sardina, en Palma, donde las fuertes precipitaciones inundaron decenas de garajes y viviendas. Varias calles del núcleo, próximas a la carretera de Sóller, se vieron afectadas y precisaron de la intervención de los Bomberos de Palma que achicaron el agua de las cocheras y ayudaron a los vecinos, que utilizaban sus propios recursos para evacuar el agua.

Similar episodio se repitió en Santa Margalida, donde varios garajes se vieron también anegados. En la localidad del norte de la isla fueron los Bombers de Mallorca quienes intervinieron para llevar a cabo los achiques.

Las lluvias, que azotaron a partir de la tarde toda la isla, también se hicieron notar en la circulación. La Policía Local de Palma tuvo que cerrar el paso inferior de la rotonda de Son Espases en dirección al Secar de la Real, donde el agua se acumuló. También tuvieron que intervenir en varios cruces de la ciudad regulando la circulación por la avería de los semáforos.

En el resto de la isla, la Guardia Civil tuvo que intervenir en varias carreteras secundarias donde se formaron bolsas de agua. En Porreres tuvieron que intervenir por la formación de retenciones y en Caimari los agentes de la Benemérita retiraron un arbol que cayó sobre la calzada por el temporal.

En Calvià, desde donde durante la mañana fue avistada en su costa una manga marina, también se cerraron varias calles, especialmente en la zona costera.

Con más dureza pasó la tormenta por el archipiélago durante la madrugada del viernes al sábado, donde el 112 registró hasta quince incidencias, principalmente en las Pitiüsas. Sobre Eivissa cayeron más de 2.000 rayos. Precisamente, uno de los rayos descargó sobre un hombre, que tuvo que ser atendido por ser electrocutado, aunque su estado no fue de gravedad.