­La presidenta del Govern, Francina Armengol, aprovechó ayer su discurso de apertura del debate de política general de la Comunidad para lanzar un claro mensaje a sus socios de legislatura en referencia a la masificación turística: "Hemos de ir alerta a la hora de adoptar decisiones estructurales basándonos en una situación que tiene una importante carga coyuntural". Así, frente a las llamadas de Més y Podemos a medidas que supongan un límite a la llegada de turistas, Armengol apostó por "corregir" los "excesos" que se han producido.

"Es cierto que se han vivido situaciones incómodas, pero no podemos generalizar episodios puntuales y concretos ni hemos de convertir eso en un mensaje en contra de los turistas", dijo la jefa del Ejecutivo, quien defendió "buscar el equilibrio" que haga "compatible el desarrollo de la principal actividad económica" de Balears con "la mejora de la calidad de vida" de los ciudadanos.

Armengol consideró que el debate sobre la presión turística debe abordarse desde los parámetros "social, medioambiental, económico y laboral" y hacerlo "desde una posición realista, conscientes de las limitaciones" como Comunidad Autónoma y de que las decisiones que se adopten "han de buscar beneficiar al máximo de personas". En este sentido, consideró que "la excepcionalidad de esta temporada" se explica en gran parte por "una situación coyuntural" por el "terrorismo y la inestabilidad política" que padecen competidores turísticos de Balears, lo que ha tenido como efecto el que las islas se conviertan en un "destino refugio". Sin embargo, esa situación de los destinos competidores puede cambiar, por lo que insistió en la necesidad de ser "muy cuidadosos a la hora de adoptar decisiones a golpe de coyuntura" ya que "las limitaciones que fijemos ahora nos podrían perjudicar en el futuro".

No obstante, junto a los aspectos positivos que supone una buena temporada turística, admitió que también ha provocado "sensaciones de presión y ha supuesto más dificultades para el acceso a la vivienda". En este sentido, declaró que, si bien sería "demasiado simple" atribuir las situaciones negativas de este verano a un aumento de la oferta de viviendas vacacionales, "es cierto que hay un incremento de la oferta de alojamientos turísticos y que una buena parte de ella está al margen de la regulación turística".

En este contexto, anunció que la regulación de viviendas vacacionales supondrá un freno. "Ya les digo ahora que no todo lo que se está alquilando para turistas se podrá seguir alquilando", advirtió Armengol. Junto a ello, anunció también la introducción de "mecanismos" en el proyecto de Ley de Vivienda que entrará en el Parlament en el nuevo curso político, entre ellos el de la posibilidad de que el Govern "pueda hacer uso de viviendas vacías en manos de entidades financieras" para facilitar el acceso a las mismas.

Armengol también destacó la "presión sobre los recursos naturales y el territorio" balear y defendió las medidas adoptadas por su Govern para que "el interés general vuelva a prevalecer sobre los intereses particulares", derogando los "aspectos más desarrollistas de las leyes de suelo, turística y agraria" del anterior Govern del PP y adoptando medidas como la implantación de la ecotasa.

Asimismo se refirió a la situación de sequía, incidiendo en los esfuerzos en infraestructuras hidráulicas. Así, sostuvo que si bien este verano "se han producido problemas de suministro en distintas zonas", si su Govern no hubiera actuado desde el principio y activado las desaladoras los problemas serían "mucho más" graves.

Aunque a lo largo de su discurso afirmó en varias ocasiones que no quería ser "triunfalista", Armengol se refirió constantemente a los logros de su Ejecutivo en su primer año de gestión. "Hemos devuelto derechos, mejorado servicios públicos y reforzado el Estado de Bienestar", sostuvo la presidenta para quien "ahora que la economía va bien", es el momento de "dar un paso más y actualizar las instalaciones ignoradas en el pasado". Por ello, anunció un gran plan de infraestructuras que incluirá la construcción de centros educativos, sanitarios, residencias, equipamientos culturales e infraestructuras hídricas, aunque no concretó el presupuesto con el que contará ni el calendario para su puesta en marcha.

Lo que sí concretó es la apertura el próximo año de Son Dureta como centro orientado a la atención de personas con enfermedades crónicas. Precisó que se está "ultimando el Plan Director" para este centro hospitalario, que contará con una partida específica en los presupuestos el Govern para 2017 y que formará parte de una "estrategia para afrontar la cronicidad" que implica el envejecimiento de la población.

También anunció que el Govern está "ultimando" un pacto contra la violencia de género que "implique a todas las instituciones y a toda la sociedad balear", con "acciones concretas y de manera transversal para lograr que todos colaboren activamente en la prevención la denuncia y la erradicación de las violencias machistas".

También se refirió a las muertes por accidente laboral, una siniestralidad que es "la otra cara de la precariedad laboral" ante la cual anunció "una Ley de Salud Laboral para afrontar" este problema.

La presidenta dedicó parte de su discurso, de una hora de duración, para defender el "cambio" que ha supuesto el Ejecutivo del Pacto con el apoyo parlamentario de Podemos, un Govern "fruto de la reacción" de las ciudadanos contra la política de "recortes e imposiciones" del PP. "El primer año de Govern ha sido eminentemente social", dijo Armengol quien repasó las medidas e rescate ciudadano adoptadas por su Ejecutivo, como la renta social. "Con una rigurosa gestión económica hemos situado las prioridades sociales en la agenda política" sostuvo la jefa del Ejecutivo quien defendió que el Pacto ha "cambiado las maneras de hacer política" apostando por el "diálogo con todos, también con la oposición" y "dando la cara en todo momento".

"Es evidente que las cosas han cambiado y que hemos recorrido juntos un tramo de vía, pero también que aún no hemos llegado donde queríamos", dijo refiriéndose al pacto entre PSOE, Més y Podemos que, según sostuvo, "avanza desde la estabilidad" con "una fórmula de Govern nueva y plural" que "funciona". Concluyó que en un año su Govern ha pasado "de las palabras a los hechos" y gobierna "decididamente a favor de una mayoría social".