El Govern del Pacte no piensa formular acusación alguna contra Jaume Matas en dos de las piezas separadas más importantes del caso Palma Arena: la de la Ópera en el Moll Vell y el blanqueo de capitalesÓperablanqueo de capitales mediante el patrimonio inmobiliario del expresident del PP de Balears, incluido su palacete de la calle Sant Feliu 8. La Abogacía de la Comunidad Autónoma no ve delito en el supuesto desvío de 1,5 millones de euros de fondos públicos por el expresident del Govern en el Palacio de las Artes Escénicas y pide el archivo de esta causa.

La postura contraria a formular acusación por parte de la acusación particular en nombre del Govern deja en manos del fiscal anticorrupción Pedro Horrach el futuro de ambas causas. Si fiscalía no acusa, las dos causas serán archivadas.

Horrach no ha redactado su escrito de acusación sobre la Ópera, a pesar de que se abrió el plazo para ese trámite a mediados de marzo del año pasado.

El fiscal sí que ha admitido tener dudas sobre la viabilidad de mantener una acusación por blanqueo contra Matas y los otro siete encausados en esta pieza, al no existir pruebas de que el dinero negro invertido en sus inmuebles tenga un origen delictivo.

El Govern ya lo adelantó

Respecto a la Ópera, los servicios jurídicos de la Comunidad Autónoma hace tiempo que se postuló a favor de archivar la pieza, al entender que los hechos no son constitutivos de delito. Sin embargo, la decisión de no acusar a nadie por el incremento patrimonial injustificado de Matas constituye una sorpresa.

Según defiende el juez Castro en su auto de fin de instrucción de Ópera, el entonces president del Govern del PP Jaume Matas ideó en 2006, "con la finalidad de que el partido que le sustentaba y que él presidía obtuviera una decisiva ventaja en las elecciones autonómicas y municipales de mayo del 2007, presentar a la opinión pública un colosal plan para reordenar la Bahía de Palma y levantar un edificio para las artes escénicas en el Moll Vell.

El president lo preparó todo para dar a conocer ese proyecto el 2 de mayo del 2007, "cuando la campaña electoral comenzaba el 11 de ese mismo mes" y "con el único objetivo de determinar (dirigir) hasta donde pudiera el voto del electorado".

Matas pensó en Santiago Calatrava como arquitecto escogido para levantar la Ópera de Palma, debido a su gran fama mundial y lo "contrató" verbalmente en un encuentro que mantuvieron en Roma en marzo del 2006. Ese viaje costó a las arcas públicas 5.124 euros, de los que 1.300 fueron para la limusina que trasladó al president.

Según el magistrado, el president no era un órgano de contratación, pese a lo cual escogió a dedo a Calatrava y luego ordenó a su Govern(conseller de Cultura, arquitectos y asesores jurídicos) que revistieran el expediente administrativo para justificar aquel encargo.

El auto postula que el también exministro con Aznar ordenó al conseller de Cultura Francesc Fiol que amañara el expediente de contratación de Calatrava.

La resolución detalla las presiones que sufrieron los técnicos que en un principio se negaron a avalar la operación, que vulneraba todas las normas de contratación en la Administración. Finalmente, el fichaje se maquilló con la excusa de que el arquitecto valenciano era el más adecuado para redactar el proyecto de edificio ideado por el Govern de Matas.

Calatrava exigió cobrar 1,2 millones de euros por redactar un anteproyecto de Ópera que nunca ha aparecido y del que no existe constancia de entrega al Govern, dos maquetas (una de la Bahía y otra del edificio, que ha desaparecido) y un vídeo promocional. Con el IVA, esa partida subió a casi 1,4 millones de euros.

Pero hubo más gastos: 125.000 euros de una fastuosa presentación del proyecto que Matas organizó para el 2 de mayo del 2007 y que fue prohibida por la Junta Electoral, al estimar que era un acto claramente partidista.

4 millones de patrimonio

La pieza separada 24 (la del blanqueo) versa sobre el incremento patrimonial de unos 4 millones de euros que Matas habría experimentado, entre 2003 y 2007, sin que sus sueldos de president y parlamentario del PP le permitieran esas inversiones. Castro mantiene que Matas consiguió tres valiosas propiedades: el palacete; un piso de lujo en el barrio de Salamanca de Madrid y un apartamento en la Colònia de Sant Jordi.