Uno de cada seis peces que habita en aguas de Balears contiene microplásticos en su estómago, aunque, de momento, no existen evidencias de efectos negativos para la salud humana. Además, casi el 70% de las bogas, una especie muy común en las costas del archipiélago, tienen fibras de polímeros de plástico menores de 5 milímetros en sus estómagos. El plástico constituye entre el 42 y el 80 por ciento de las presas ingeridas en los peces recogidos en distintas zonas costeras de Mallorca y Eivissa.

Son lasconclusiones más importantes que se desprenden de sendos estudios liderados por investigadores del Instituto Español Oceanografía (IEO), que analizan la presencia de microplásticos en especies de peces en aguas del Mediterráneo y el Atlántico.

El primer estudio, publicado en la revista Marine Pollution Bulletin, se ha realizado con muestras de peces tomadas a lo largo de toda la costa peninsular española, además de en Balears.

Los científicos analizaron en sus investigaciones un total de 212 peces de fondo de alto interés comercial: 72 pintarrojas (Scyliorhinus canicula), 12 merluzas (Merluccius merluccius) y 128 salmonetes de fango (Mullus barbatus) y encontraron microplásticos en 37 de ellos, casi en uno de cada seis.

La presencia de microplásticos resultó mayor en salmonetes, seguido de las merluzas y las pintarrojas.

Por regiones geográficas, la abundancia de plásticos se demostró mayor en peces capturados en el Mediterráneo, observándose una mayor incidencia en los salmonetes capturados cerca de Barcelona, seguidos por pintarrojas del Cantábrico y del Golfo de Cádiz.

Estos peces suelen usarse como bioindicadores dentro del programa nacional de seguimiento de la contaminación marina.

"No existen evidencias de efectos negativos en la salud humana, pero sería conveniente estudiarlo", explicó Juan Bellas, autor del artículo.

En el segundo estudio, publicado en la revista Environmental Pollution, las investigadoras Salud Deudero y Carmen Alomar, del Centro Oceanográfico de Baleares del IEO, informan sobre la elevada presencia de microplásticos en el tracto gastrointestinal de la boga (Boops boops), un pez semipelágico común en Balears y el Mediterráneo. El estudio muestra que casi el 70% de las bogas tienen fibras de plástico menores de 5 milímetros en sus estómagos. El plástico constituye entre el 42 y el 80 por ciento de las presas ingeridas en los peces recogidos en zonas costeras de Mallorca y Eivissa.

"Los resultados son importantes y proporcionan evidencia adicional de la presencia de estos microplásticos en el medio marino, pudiendo ser ingeridos por especies y transferidos en las redes tróficas", señalaron los autores del estudio.

Estos trabajos marcan el punto de partida de futuros seguimientos de contaminación por plásticos y sus efectos biológicos en el medio marino dentro de la Directiva Marco sobre la Estrategia Marina, informó ayer el Oceanográfico.