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Entrevista

Antonio Oliver: "Dar una asignatura de Medicina es más fácil que formar a especialistas"

"De 55 alumnos matriculados el jueves, tan solo seis eran hombres, el resto son mujeres"

El microbiólogo Antonio Oliver observando unas muestras de agentes infecciosos en los laboratorios de Son Espases. G. Bosch

-A las cero horas de hoy (esta entrevista se realizó el pasado jueves) se cierra el plazo para matricularse en la facultad de Medicina. ¿Me puede adelantar cuántos de los 60 alumnos serán finalmente de Balears?

-No dispongo todavía de ese dato, pero calculamos que unos veinte, un tercio del total, serán de Balears. Lo que sí te puedo decir es que esta mañana ya había 55 alumnos matriculados de los que solo seis eran hombres, el resto son mujeres.

-¿Entre los veinte estudiantes baleares hay algún menorquín o algún ibicenco?

-Menorquín me consta que no hay ninguno. Ibicenco, no lo sé. Esta es nuestra asignatura pendiente, atraer a estudiantes de las otras islas ya que la práctica totalidad de los alumnos isleños son de Mallorca. Nuestro próximo reto es que ésta sea la facultad de Medicina de Balears.

-¿Alguna novedad más?

-También te puedo decir que al final ofreceremos 62 plazas, dos más de las previstas inicialmente. Que serán para estudiantes mayores. (Con posterioridad a esta entrevista, fuentes oficiales detallaron que una de estas dos plazas añadidas será para un estudiante con un título extranjero no homologado en nuestro país).

-Le pido sinceridad en la respuesta a la siguiente pregunta. ¿Elegiría usted una Facultad de Medicina recién creada para cursar estos estudios si los tuviera que empezar ahora?

-Una facultad de Medicina nueva tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Entre estos últimos el principal es que no tienes ningún dato objetivo de la trayectoria de la Facultad, lo que supone un riesgo. Respecto a las ventajas hay que destacar que toda la infraestructura y los equipos de trabajo son nuevos. En otros centros los estudiantes tienen que hacer las prácticas con equipos de hace treinta años. Pero la ventaja fundamental de nuestra Facultad es la ilusión con la que estamos empezando esta nueva empresa. Tenemos a profesionales con menos experiencia en docencia pero con más ilusión por dar clases.

-¿No supone también un valor añadido el hecho de dar las clases en el hospital de referencia de la comunidad autónoma?

-Sí. Es una gran ventaja comenzar desde el primer curso en Son Espases. En otros sitios los estudiantes de Medicina no pisan un hospital hasta tercero de carrera, la mayoría de las clases se imparten en los campus universitarios hasta el tercer curso, incluido éste. Aquí los alumnos vivirán en un ambiente clínico y asistencial desde el primer año. También el hecho de formar parte de la primera promoción de licenciados de una Facultad es un motivo para estar orgulloso, sobre todo para los estudiantes que sean de aquí.

-Los hospitales públicos de las islas llevan años formando a médicos residentes (mir). ¿Este bagaje es suficiente para acreditar que la formación que se ofrezca será de calidad?

-Desde luego porque la formación de un especialista durante cuatro o cinco años, dependiendo de la especialidad, es mucho más compleja que la formación de grado. El hecho de que en este hospital (Son Espases) estemos formando a unos cien residentes cada año de muchas especialidades diferentes demuestra que estamos sobradamente capacitados para dar las asignaturas clínicas de unos estudios de grado. Dar una asignatura de Medicina es más fácil que formar durante cuatro años a un especialista.

-¿Qué otros escollos tienen que limar para que la Facultad funcione correctamente?

-Es fundamental ahondar en la colaboración entre la UIB y el hospital de Son Espases. Ten en cuenta que las asignaturas más básicas de la carrera, como son Bioquímica o Biología Molecular, dependen de la Universitat. Conseguir una perfecta conexión entre las asignaturas básicas y las clínicas es muy importante para la calidad de los estudios y, por tanto, tiene que conseguirse una estrecha colaboración entre toda la plantilla docente. Este es uno de los principales retos a los que nos enfrentamos."Al final se ofertarán 62 plazas, dos más. Y de ellas unas veinte serán de alumnos mallorquines"

-Póngame un ejemplo de cómo debería ser esta colaboración.

-La microbiología, una asignatura básica, debería ser impartida con un enfoque más clínico. Estudiando qué bacterias y qué otros agentes afectan más al ser humano.

-¿Por qué hay tantos médicos que se han postulado para dar clases? ¿La actividad asistencial cansa? ¿Se vuelve rutinaria?

-No, no se trata de eso sino más bien por la ilusión de los médicos de ampliar su actividad a la docencia. Cuando estudias la carrera ya te dicen que el desarrollo pleno de un profesional pasa por realizar actividad asistencial, docencia e investigación. Aparte de formar especialistas hay ilusión por formar a futuros médicos.

-¿Es cierto que se han presentado muchos candidatos a profesor?

-Hay cientos de personas que han dicho explícitamente que les interesa dar clases, pero hay que esperar a ver cuántos concretan finalmente su disponibilidad.

-¿Por qué hace esta matización?

-Porque dar una hora semanal de clase se remunerará con unos cien euros. Y esa hora de clase hay que preparársela bien, además de las tutorías y exámenes. A final, si echas cuentas, cada hora de trabajo como profesor asociado se te remunera con unos cinco o seis euros. Trabajar para la privada por las tardes te sale mucho más a cuenta.

-Osea, que tiene que ser muy vocacional. ¿Usted también se postulará para dar clases?

-En segundo de carrera se empieza a dar la materia de Microbiología y sí, me gustaría dar alguna clase de esta asignatura.

-La Junta de Facultad, formada por los docentes, debe decidir quién será el próximo decano/a de estos estudios tras el impulso inicial dado por Margalida Gili. ¿Apuesta por alguien en concreto?

-Quizá haya que esperar un poco más antes de nombrar al sucesor de Margalida Gili. Consideramos que el primer curso es demasiado pronto para crear la Junta de Facultad. Ten en cuenta que de los 29 profesores que darán clase solo tendrán representación en ella los titulares, no los asociados. De esta manera, en esta junta no habría representación de los docentes clínicos. Nacería coja y por ello quizá la comisión gestora de la Facultad deba continuar un año más, hasta segundo de carrera como mínimo. Y Margalida Gili es el alma de esta comisión gestora. Lo ideal es que continuara ella hasta que hubiera una representación docente de los cursos más clínicos.

-¿Fiol (Miquel, director científico del IdISPa) o Bonnín (Oriol, cirujano cardiaco emérito) serían buenos candidatos para el cargo?

-Cualquiera de los dos, por su trayectoria, sería muy válido para el puesto de decano. El único pero es que ya tendrían una edad. Lo que no hay que ocultar es que han desempeñado un papel enorme en el inicio y puesta en marcha de estos estudios.

-Entre las ventajas que traerá la Facultad se ha hablado de que fidelizará a los futuros médicos evitando su salida de las islas...

-No creo que la ventaja más importante de los nuevos estudios sea cubrir el desabastecimiento de algunas especialidades médicas que tenemos. Eso se soluciona ofertando más plazas de mir (médicos internos residentes). No obstante, el hecho de haber estudiado aquí provocará que los alumnos quieran coger una plaza aquí. Creo que sí, que se producirá un cierto efecto de fidelización.

-Cambiemos un poco de tema y hablemos de investigación. Rectifíqueme si me equivoco. ¿No es cierto que fue designado el mejor investigador joven de la UE?

-No. En realidad, en 2010, con 37 años, recibí un premio al mejor investigador joven en el campo de las enfermedades infecciosas y la microbiología clínica de la sociedad científica europea de esta especialidad.

-Preside la comisión de investigación de Son Espases. ¿Para qué sirve?

-Esta comisión está formada por doce investigadores de diferentes disciplinas del hospital. Nuestro trabajo consiste en promover la investigación de calidad en Son Espases.

-¿Y cómo se financian estos proyectos de investigación?

-Los proyectos financiados por empresas externas han de destinar un 20% del total de la inversión a la institución que acoge la investigación. Son los llamados overheads. Nosotros recibimos la mitad de esta cantidad para financiar actividades de investigación, premios y becas.

-¿De qué cantidad estamos hablando?

-De unos cien mil euros ya que el hospital genera inversiones por parte de empresas externas de alrededor de un millón de euros anuales, la mayor parte por ensayos clínicos.

-¿Es cierto que los nuevos estudios van a impulsar la investigación, sobre todo la investigación dirigida a solucionar los problemas de salud de los ciudadanos?

-Va a mejorar la investigación en todos sus niveles, en el asistencial y en el no asistencial. Será un motor enorme para la investigación en biomedicina y para la más aplicada a la práctica clínica. La facultad de Medicina y el Instituto de Investigación Sanitaria de Palma (IdISPa) han de ir de la mano. El uno no tiene sentido sin el otro.

-Y también abre el camino al proceso de acreditación de este último por parte del Instituto Carlos III...

-Sí, comenzaremos este proceso de acreditación el próximo mes de enero.

-Explíqueme que supone tener un IdISPa acreditado por el Carlos III.

-Hoy en día la mayoría de los fondos estatales para investigación sanitaria proceden del Carlos III y la tendencia es que, a medio plazo, toda la financiación para realizar investigación biomédica en este país la reciban los institutos de investigación acreditados por el Carlos III. Y ahora estamos en este proceso que no es otro que la selección de las instituciones que se van a llevar esos fondos.

-¿Cuántos institutos ha acreditado ya el Carlos III?

-Unos 25 y en total se calcula que en todo el país no habrá más de 30 con el proceso ya cerrado. El problema de toda esta cuestión no es solo los fondos de investigación que conseguiremos con la acreditación del IdISPa sino evitar que en un futuro dejemos de recibirlos por no tener un instituto acreditado.

-Cuénteme cuál ha sido su trayectoria profesional.

-Soy doctor en Farmacia por la Complutense e hice la especialidad de microbiología clínica en el hospital Ramón y Cajal de Madrid. En el año 2002 llegué a Son Dureta y desde el año 2003 doy clases de mi especialidad en la UIB como profesor asociado en las carreras de Biología y Bioquímica. Y más adelante también espero impartir clases de microbiología en Medicina.

-¿Cuál es su trabajo en Son Espases?

-Ejerzo de microbiólogo clínico. Analizamos las muestras de los pacientes que tienen infecciones, tanto de personas ingresadas en Son Espases como en otros centros asistenciales, de Atención Primaria, por ejemplo. Nuestro trabajo consiste en detectar cuál es el microorganismo causante de la infección y establecer con qué antibiótico podemos tratarlo.

-¿No investiga?

-Sí, por supuesto. Tengo un grupo de investigación en esta resistencia a los antibióticos que intenta determinar los mecanismos de la misma y que se dedica asimismo a buscar nuevas moléculas con las que tratar estas bacterias multiresistentes.

-¿No son las bacterias y virus de los hospitales, por su estrecho contacto con los fármacos, los que se vuelven más resistentes a ellos?

-Sí, en las muestras de las infecciones nosocomiales (hospitalarias) encontramos los agentes más resistentes y peligrosos para los pacientes ingresados. Aquí tenemos bacterias que son resistentes a todos los antibióticos existentes.

-¿Cuántas muertes provoca esta resistencia de los agentes patógenos a los antibióticos?

-Últimamente se maneja la cifra de unos 25.000 fallecimientos anuales en toda Europa.

-¿Y en Son Espases?

-Es difícil saberlo porque muchos pacientes se mueren porque les das un antibiótico que no les sirve y cuando quieres cambiar la medicación ya es tarde que por la propia resistencia del microorganismo al fármaco. En Son Espases tenemos cada año más de cien casos de infecciones graves por bacterias multiresistentes.

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