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Investigación biomédica

Un dirigente de Podemos impuso al Pacto seguir pagando su laboratorio

Daniel Bachiller usó su condición de negociador podemista para conservar su trato como investigador VIP

­El científico y dirigente de Podemos Daniel Bachiller resolvió su situación personal durante las negociaciones del Pacto que dio lugar al actual Govern balear de izquierdas. Bachiller es funcionario estatal del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), pero desde hace una década lidera investigaciones propias con células madre sobre fibrosis quística. Gobiernos del PP y la izquierda le han financiado indistintamente.

En verano de 2015, en medio de tensas reuniones con PSOE y Més en busca de un acuerdo para desalojar al PP del Govern, Bachiller logró imponerles que toda la investigación sanitaria en Balears pasara de depender de la conselleria de Salud a la de Turismo e Innovación. De este modo se allanaba el camino para que el laboratorio y el equipo investigador que él dirige y gestiona con fondos públicos mantuviera su estatus y patrocinio. Su futuro era muy incierto, al extinguirse a finales del citado año el convenio entre Salud y el CSIC que sustenta económicamente todo su proyecto. Las quejas de otros colegas, que acusan a Bachiller de tener un trato de favor y privilegios, y el cuestionamiento de sus resultados vaticinaban su cierre o una profunda redefinición del mismo.

Influyente en su partido

Así lo revelan ahora, más de un año después, asistentes de otras formaciones a dichas negociaciones. No lo habían hecho antes, relatan, para evitar represalias de Podemos en forma de veto a la acción de gobierno. Estas fuentes políticas corroboran punto por punto la denuncia presentada este lunes por los representantes de los trabajadores del Instituto de Investigación Sanitaria de Palma (IdISPa). El estatus especial de Daniel Bachiller hace que reciba unos 175.000 euros anuales, el 22% del presupuesto de este organismo del Govern dedicado a la investigación sanitaria. El comité de empresa denuncia que todo ello "sin ningún procedimiento de concurrencia pública o informe de oportunidad que lo ampare".

Según la versión de socialistas y ecosoberanistas, Bachiller hizo valer su peso dentro de Podemos para impedir el desmantelamiento del laboratorio donde trabaja en el hospital Juan March (conocido popularmente como Caubet), y su traslado a Son Espases. El resto de investigadores sanitarios se han unificado en los sótanos del hospital de referencia; Bachiller ha conseguido quedarse solo en Caubet con trabajadores de su confianza y bajo su mando. "Mantiene un ´chiringuito´ regado con dinero público sin que nadie sepa muy bien a qué se dedica y qué resultados tiene", sentencia un alto cargo.

Tuvo que figurar en los Acuerdos

Desde Més y PSOE afean a Bachiller que utilizara la poderosa condición de negociador en nombre de su partido para "solucionar asuntos que le beneficiaban directamente", en un proceso que fue muy complicado. Podemos se resistía a apoyar la investidura de la socialista Francina Armengol como presidenta. Un cargo asegura incluso que el Pacto "estuvo vetado" hasta que no se desbloqueó este punto relacionado con el científico podemista.

Las fuentes señalan que la presión de Bachiller queda reflejada en la página 12 de los Acuerdos para el Cambio, el documento programático que sustenta el Pacto entre PSOE, Més y Podemos. Allí se estipula que todas las "políticas de investigación, desarrollo e innovación" deberán "integrarse en una misma Conselleria". Posteriormente se concretó que fuera la de Turismo e Innovación, que finalmente recayó en Biel Barceló.

"Tuvimos que aguantar horas hablando de este tema, hasta que Bachiller logró que se plasmara en los acuerdos de gobernabilidad", desvelan fuentes de Més, molestas con lo que consideran un doble rasero y una incoherencia de los podemistas.

Ya con el Govern en marcha, afirman, Bachiller ha seguido "negociando directamente" con los consellers afectados para que su equipo investigador deje de estar adscrito orgánicamente a Salud y pase a serlo de Barceló. De hecho, el propio podemista afirmaba en una entrevista en este diario en marzo de este año que está "ahora bajo la gestión de Biel Barceló, que para nosotros es mejor". Desde el departamento niegan tajantemente este extremo, y explican que Bachiller sigue dependiendo de Salud.

Convenio extinguido

Y es que a la hora de la verdad, durante el presente año el Govern está prorrogando de manera "anómala" -admite el propio Ejecutivo- el convenio que proporciona la financiación al proyecto de Bachiller. El convenio entre Salud el CSIC debió extinguirse el 31 de diciembre de 2015. No obstante, de facto todo sigue igual: el dirigente de Podemos sigue recibiendo los fondos públicos de Salud para mantener a su equipo de investigación, y el laboratorio con material muy costoso continúa ubicado en Caubet.

Turismo no tiene intención de asumir el gasto, como contempla el documento del Pacto suscrito por el tripartito de izquierdas. Así las cosas, desde el Govern admiten que no saben cómo encajar el proyecto de Bachiller a partir de ahora. Los presupuestos autonómicos para 2017 están redactándose sin que nadie haya manifestado todavía de qué Conselleria debe abastecerse el científico. En Podemos son conscientes de su figura controvertida; con todo, le defienden porque hasta la fecha ninguna denuncia o queja de las recibidas ha resultado ser consistente, alegan.

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