Casi 15.000 alumnos de 4º de ESO y 2º de Bachillerato iniciaron ayer su periodo lectivo sin saber muy bien qué prueba se encontrarán cuando acaben el curso. El 30 de julio el ministro de Educación decretó que en junio de 2017 deberán hacerse las reválidas de fin de Secundaria y de Bachillerato, pero los institutos reclaman mucha más información sobre cómo serán estas pruebas.

"Hay incertidumbre, por ejemplo no sabemos ni de qué asignaturas serán, el decreto del Ministerio fue muy genérico, pero al menos ahora tenemos cierta tranquilidad ya que sabemos que el próximo año aún no tendrán efectos académicos", aseguró ayer Llorenç Llop, presidente de la Asociación de Directores de Secundaria Mallorca (ADESMA). Así, los estudiantes de 4º de ESO que no aprueben la reválida este periodo académico seguirán obteniendo igualmente su título de graduado escolar si han aprobado el curso. En el caso de la reválida de 2º de Bachillerato, esta evaluación sí tendrá sus consecuencias ya este mismo curso porque sustituye a la Selectividad como prueba de acceso.

La Universitat y Educación ya están trabajando para diseñar y anunciar cuánto antes cómo serán estos nuevos exámenes de acceso, que ya han anunciado que intentarán que se parezcan lo máximo posible a la antigua Selectividad.

Llop ha dicho a su profesorado "que vaya haciendo sus clases con normalidad" a la espera de alguna información más por parte de Educación. La Conselleria ha anunciado que buscará una fórmula consensuada con la comunidad educativa para decidir cómo actuar ante unas reválidas con las que no están de acuerdo y contra las que el Govern presentará un recurso en las próximas semanas. Asimismo, Martí March ha mostrado su intención de hacer un frente común con las otras once comunidades autónomas contrarias a estas pruebas de fin de etapa.

Aina Rodrigo empezó ayer 4º de ESO y por tanto es una de los 15.000 estudiantes que no sabe muy bien qué le espera al final de este curso, una situación que le molesta y preocupa "bastante".

La joven, alumna del IES Josep Sureda i Blanes de Palma y miembro de la asociación de estudiantes del instituto, razonó que desde que empezaron la Secundaria se les ha hecho mucho hincapié en el trabajo constante y considera que una prueba de final de etapa "borra todo el esfuerzo de estos años de ESO". Asegura que éste es un tema que ya comentó con sus compañeros a final de curso y que les inquieta. Lamentó que justo les haya tocado a ellos ser conejillos de indias y consideró algo "agobiante" el hecho de que hoy por hoy "no haya nada claro".

El presidente de ADESMA admite que el hecho de que la reválida de 4º de ESO no tenga de momento efecto académico les da cierto alivio, pero de continuar el Gobierno del PP y de mantenerse la hoja de ruta de la LOMCE el año que viene sí serán determinantes para lograr el título de graduado y por eso sería necesario despejar cuánto antes también esta duda: "Entre abril y mayo los alumnos de 3º de ESO deberían poder saber a qué atenerse para el curso siguiente".

Llorenç Llop indicó que, salvo las dudas por este tema de las reválidas y según lo que le transmitieron sus compañeros de ADESMA, la jornada se inició sin problemas. Valoró además que antes del inicio de las clases Educación les pasó a través del sistema informático un cuestionario para comprobar que no había incidencias. El director del IES de Artà sí señaló que los desdoblamientos de las clases de Inglés les han obligado a usar como aulas todos los espacios del centro (como la biblioteca o la sala de actos).