­El inicio de la temporada turística y la mejoría en el empleo que la acompaña habían suavizado la presión que desde hace años registran las organizaciones no gubernamentales a la hora de atender las demandas de ayuda de familias con pocos recursos. Pero la llegada de septiembre ha provocado una importante reactivación de estas solicitudes de auxilio, de la mano del regreso a las aulas de los más pequeños. Según se apunta desde la Federación de Padres de Alumnos, Cruz Roja o Cáritas, la cifra de familias que se ven incapaces de asumir los gastos que conlleva el inicio del curso escolar y que acuden a sus dependencias solicitando apoyo no ha dejado de crecer, aunque se comienza a detectar una tendencia a estabilizarse. La situación se achaca a que la precariedad de muchos contratos y los bajos salarios que se ofrecen impiden afrontar desembolsos extraordinarios como el que supone dotar a los hijos del material necesario para un nuevo curso.

Dos son las causas principales que explican este nuevo incremento en las peticiones de ayuda, según se señala desde la Fapa-Mallorca o desde Cáritas: el primero, es que el trabajo que se realiza en este campo es cada vez más conocido y muchos isleños saben que pueden solicitar material escolar o libros de texto a través de los programas que desarrollan estas organizaciones. Pero en segundo lugar, se apunta que en estos momentos disponer de un puesto de trabajo no garantiza ya a muchas familias el poder salir de la pobreza.

El presidente de la citada federación de padres, Vicenç Rodrigo, recuerda que el inicio del curso puede suponer un coste extra de entre 450 y 900 euros por hijo, lo que significa que el hecho de enviar a clase a dos menores puede equivaler al salario de un mes de muchos trabajadores. En este sentido, también desde Cáritas se pone de relieve que aunque han mejorado los ingresos de muchas familias, estos son tan bajos que aunque permiten cubrir muchas necesidades básicas, son claramente insuficientes para asumir desembolsos extraordinarios, siendo el regreso a las aulas de los hijos uno de los más importantes.

Prueba de ello es que solo en Palma más de mil niños van a disponer de material escolar gracias a las campañas que se impulsan desde la Fapa y Cruz Roja (Cáritas no ha cerrado todavía sus datos en esta materia), a los que habría que sumar los beneficiados en el resto de municipios isleños con estas iniciativas o la aportación de libros de texto. En concreto, Cruz Roja tiene previsto entregar en Palma más de 600 lotes con cuadernos, lápices, bolígrafos o reglas, gracias a la campaña de recogida que desarrolla junto a Carrefour, mientras que Montesión Solidaria (de la que forman parte los antiguos alumnos de este centro, la FAPA o la cooperativa de enseñanza Uctaib) se acercará a las 500 mochilas escolares que también incluyen este tipo de productos.

Según se señala desde FAPA, se ha detectado un aumento en la demanda de estas ayudas entre colectivos en los que "el boca a boca funciona muy bien" y cada vez son más conscientes de que pueden acceder a este tipo de programas, como puede ser el de los norteafricanos.