El conseller se despachó ayer a gusto contra la LOMCE -una ley que considera "perversa, segregadora y no del siglo XXI"- y en especial contra las reválidas de ESO y Bachillerato, que tachó de "regresivas". Respecto a la de 2º de Bachillerato, indicó que se está trabajando de forma conjunta con la UIB para tratar de hacer una prueba lo más parecida posible a la Selectividad. De hecho, el Grupo 9 de universidades (del que forma parte la UIB) ya ha anunciado que mantendrán los exámenes voluntarios y la nota máxima de 14, entre otros aspectos. Sobre la reválida de 4º de ESO, March señaló que al menos tienen la tranquilidad de que "aún no tiene efecto académico". Además del recurso que presentará el Govern en unas semanas, el conseller quiere reunirse con la comunidad educativa para buscar una solución consensuada. ¿Opciones? Él se decantó por hacer presión en un frente común de comunidades contrarias a las reválidas (son 12), pero también mencionó hacer una evaluación muestral o proceder como con las de Primaria y que los centros las integren en sus exámenes ordinarios.