El Grupo de Ornitología Balear (GOB) ha instado hoy al Govern a adoptar medidas restrictivas al consumo de agua por parte de los negocios del ámbito del turismo y el ocio para hacer frente a la situación de sequía que atraviesa Baleares.

"Hay que restringir y limitar usos para riegos de campos de golf, turismo inmobiliario, piscinas y parques acuáticos para garantizar el abastecimiento imponiendo si es necesario, medidas coercitivas", ha destacado el grupo ecologista en un comunicado.

También el GOB pide al Govern que impulse un plan de emergencia que establezca restricciones y limitaciones, especialmente en los usos turísticos y de ocio, "con la finalidad de garantizar el abastecimiento y prever la recuperación de las reservas hídricas".

Según el GOB, estas medidas deben ser adoptadas después de que el Govern informara de que el 40 por ciento de los municipios de Baleares están en alerta por sequía, y en previsión a que el próximo otoño se prevé poco lluvioso, la masificación turística de esta temporada y de la que puede también producirse durante la del año próximo.

"Nos encontramos en una situación excepcional de falta de recursos hídricos, al tiempo que hemos sufrido la temporada turística récord en consumo de agua", ha advertido el GOB.

Según la versión de este grupo ecologista, "las previsiones para este invierno en relación a las lluvias y la temporada que viene en relación a los turistas, nos alertan de que la situación empeorará".

El GOB ha indicado que el Govern "no puede limitarse a dar consejos a los ayuntamientos y pedir medidas voluntarias de ahorro a los ayuntamientos o hablar de las tarifas progresivas a los usuarios domésticos, sin abordar uno de los más intensivos sector en consumo de agua, como es el sector turístico y todos sus servicios asociados.

"Parques acuáticos y campos de golf, tienen unos requerimientos hídricos muy importantes en temporada alta", ha apuntado.

Por otra parte, de acuerdo a esta organización comprometida con la defensa del medio ambiente, en los últimos años "han proliferado de manera descontrolada los usos turísticos del suelo rústico, vinculados al alquiler turístico de viviendas y relacionados, en la inmensa mayoría, a la construcción de piscinas.