Balears mantiene la condición de comunidad autónoma más dinámica en la recuperación de su mercado laboral, y sigue siendo la única que ha conseguido ya tener a más personas trabajando que antes de que se iniciara la crisis. Pero además, los buenos datos de empleo llevan a una segunda conclusión: este próximo invierno va a ser notablemente mejor que el anterior no solo porque va a haber más afiliados a la Seguridad Social, sino también porque la prolongación de la temporada turística va a permitir que muchas más personas que pierdan su puesto de trabajo puedan acceder al menos a una prestación gracias a que han podido cotizar durante más de seis meses, según subrayaron ayer el conseller de Trabajo, Iago Negueruela, y el director general de Empleo, Llorenç Pou.

Por lo que respecta al empleo, durante el mes pasado se contabilizaron en el archipiélago 533.532 afiliados a la Seguridad Social, la cifra más alta de la historia de las islas en un mes de agosto (el récord absoluto corresponde al pasado mes de julio, con 533.594), lo que supone un incremento del 5,6% respecto al mismo periodo de 2015, el más acentuado de todo el país y que casi duplica la media estatal, de un 3%. Ciertamente, eso supone también un recorte en 62 personas en relación a julio, pero esta reducción mensual es habitual por el descenso en la actividad que en estas fechas se registra en actividades como la construcción y en algunas ramas industriales.

Si la comparación se hace respecto al pasado año, se comprueba que la mejoría de la economía balear, impulsada por el turismo, alcanza ya a todos los sectores económicos. Así, los afiliados a la Seguridad Social aumentan un 6,9% en la hostelería, un 5,1% en el comercio, un 5,1% en el resto de los servicios, un 8,3% en la construcción, un 3,8% en la industria y un 4% en la agricultura.

Pero como se ha indicado, todos estos datos presentan una segunda lectura: este año la temporada turística se inició con una apreciable antelación y ya en febrero comenzaron a detectarse datos muy positivos en la contratación y en el llamamiento de los fijos discontinuos, a lo que se suma el que todo apunta a que septiembre se mantendrá en cifras récord de visitantes y que el descenso a partir de octubre va a ser lento, con actividad turística incluso hasta los primeros días de noviembre. Es decir, según subrayó el conseller, la temporada de este año va a ser apreciablemente larga. Eso supone que además de contar durante este invierno con más personas ocupadas que en el anterior, un mayor número de parados habrán cotizado el tiempo suficiente para tener derecho a una prestación.

Evolución del paro

En referencia al desempleo registrado en Balears, en agosto se contabilizaron 46.164 parados, un 15,2% menos que hace un año (la bajada interanual en España ha sido solo del 9,1%), aunque esa cifra supone también un aumento del 1,4% respecto a julio, un hecho que se explica por la estacionalidad de la economía isleña. También esta evolución positiva alcanza a todos los sectores, con recortes en el desempleo del 18,8% en la industria, del 16,2% en la construcción, del 13,9% en la hostelería y del 16% en el comercio.

Por lo que respecta a la calidad del empleo que se crea en las islas, el conseller valoró que casi todos los contratos suscritos en agosto hayan sido a tiempo completo, pero lamentó que solo el 14,9% sean indefinidos, por considerar que el peso de la temporalidad, pese a ser el más reducido del país, sigue siendo excesivo. También se mostró muy crítico con que el 53,2% de los parados no cobren en estos momentos ningún tipo de prestación, aunque hay que recordar que se espera una reducción de esta tasa tras la conclusión de la temporada turística. Otro dato negativo que apuntó es que el 48,4% de los parados tiene más de 44 años. Además, reivindicó una derogación de la reforma laboral del PP por considerar que dificulta el que la mejoría económica suponga también una mayor riqueza para los trabajadores.

En relación al boom turístico que vive Balears, defendió que es el momento de aprovechar la buena coyuntura para mejorar el modelo económico de las islas y para reforzar otros sectores, de forma que la situación del archipiélago sea más competitiva cuando se normalice la de otros destinos.