El presidente del Centro Oceanográfico de Balears, Enric Massutí, aseguró en la jornada de ayer que la investigación sobre la desaparición de la gamba roja en la pesquera de Sóller "todavía no ha avanzado", que "se barajan muchas opciones" y que "ninguna se puede establecer como definitiva, ni mucho menos".

Massutí explicó que el Centro Oceanográfico detectó la entrada de "agua anormalmente potente del Atlántico", que accede al mar Mediterráneo por el Estrecho del Gibraltar y llega a Balears a través de los canales de Eivissa y Mallorca. "Falta por ver si esta agua superficial es suficientemente potente para haber generado cambios en el fondo del mar, donde habita la gamba", comenta el presidente.

Asimismo, Massutí afirmó que la gamba suele cambiar su distribución y no es accesible a la pesca "si se produce algún efecto medioambiental que provoque una suspensión de sedimentos" y, en este sentido, aseguró que el Centro Oceanográfico "no tiene constancia" de que esta entrada de agua superficial del Atlántico "haya podido provocar tal suspensión".

Por otra parte, el conseller de Medioambiente, Agricultura y Pesca, Vicenç Vidal, apuntó como posible causa un pequeño terremoto que se produjo en las costas valencianas el 10 de julio, aunque el presidente del Centro Oceanográfico sostuvo que no han detectado "ninguna evidencia directa del terremoto".

Terremotos en el pasado

Además, añadió que anteriormente ya se produjeron seísmos, los cuales no generaron una desaparición de la gamba, por lo que "no se puede demostrar" que exista una relación directa entre los movimientos sísmicos y la reducción en las capturas de las gambas.

Massutí también declaró que "probablemente" el Centro Oceanográfico se encuentre con "dificultades" para "poder identificar las causas" que expliquen la desaparición de la gamba roja, sobre todo porque no tiene "la información necesaria".

En este sentido, Massutí explicó que en los años 2010 y 2011 el centro contaba con instrumentos fondeados, los cuales les habrían permitido detectar las causas. Sin embargo, actualmente, esta instrumentación no está disponible porque terminó el proyecto de investigación al que estaba vinculada, lo que les impide trabajar en las mismas condiciones.

Si el Centro Oceanográfico hubiera contado con estos medios "habría tenido más información de la que tiene ahora", recalcó el presidente de la entidad, quien también afirmó que en la actualidad obtienen la información a través de satélites, los mismos que han detectado la entrada de agua superficial proveniente del Atlántico.

Descartan la sobreexplotación

Enric Massutí expuso ayer que "este tipo de cambios medioambientales, como el descenso en la captura de la gamba, se producen con mayor frecuencia cuando se tratan de especies sometidas a sobrepesca", aunque aclaró que la desaparición de la gamba roja "no es consecuencia de la sobrepesca", sino que "un recurso sobreexplotado es más vulnerable al impacto ambiental".

Por último, el presidente del Centro Oceanográfico comentó que "no es la primera vez que se produce un descenso brusco del rendimiento de la gamba" y que en Sóller ya ocurrió hace una década. Lo preocupante es que este verano "se está alargando mucho y todavía no hay información de que se haya vuelto a restablecer los rendimientos habituales del caladero", aclaró.