Los artículos 65 y 66 de la Ley de Costas prohíben la utilización privada de la playa pública. Solo dejan un resquicio para ocuparla grandes espacios: pedir permiso para eventos que tengan interés general. No fue el caso de la mayoría de desembarcos de grandes sombrillas, hamacas e hinchables que se han visto este verano en algunas de las playas más apartadas de Mallorca, que en algunos casos llegaron a ser acotadas por personal de seguridad privada de turistas de lujo. En el caso de este fin de semana, con el despliegue en el parque natural de Cabrera desde tres grandes barcos, no se llegó a ese extremo, pero la ocupación de una extensa franja de playa de Cabrera llevó a los agentes de Medio Ambiente a identificar a los patrones de los tres yates, según informe el conseller del Govern, Vicenç Vidal (Més).