El verano les va bien. Muy bien, incluso. Como a casi todos los sectores mínimamente ligados al turismo. Y el otoño tampoco pinta mal. Al contrario: las previsiones que manejan son mejores que los últimos años. Así que la náutica y todas sus ramas están satisfechas, y así se lo explicaron ayer a la presidenta del Govern, Francina Armengol, que recibió a todos los representantes del sector para conocer de primera mano la realidad de una actividad para muchos desconocida y para unos cuantos más ligada erróneamente al elitismo y el dinero.

Los empresarios le explicaron a Armengol que no es así, que el grueso del negocio náutico pasa por pequeñas empresas que alquilan barcos, que los reparan o que dan apoyo a unos y otros, generando por el camino empleo de calidad y riqueza económica. Lo resumía el presidente de la Asociación de Actividades Náuticodeportivas de Balears, Antonio Zaforteza, gerente además de Port Adriano, que enfatizaba el potencial de la náutica para generar también industria en estas islas del monocultivo turismo cada vez más acentuado: "Cuando vemos un barco, detrás hay una pyme. Hay mucha gente que no lo sabe, pero son empresas que dan empleo a mucha gente. También hay que explicar a la ciudadanía la oportunidad de trabajo que existe en nuestro sector, que está bien pagado, que exige trabajo cualificado. Ahora mismo mucho personal de fuera de Balears, y estamos encantados de ello, pero entendemos que el sector es también una oportunidad para los trabajadores de las islas", resumía Zaforteza, que acudió a la cita acompañado de la vicepresidenta de la Asociación de Actividades Náuticodeportivas de Balears, Isabel Teruel, y el vocal Bartomeu Bestard.

La reunión, dijeron, era una toma de contacto. Conocerse hoy para solucionar problemas mañana. "Ahora mismo no tenemos ninguna queja específica de algo que nos esté haciendo daño. Lo que queremos es dialogar mucho, estar siempre en contacto con el Govern, porque hay cuestiones medioambientales, fiscales, normativas, laborales, de formación, que si hablamos mucho podremos llegar a mejores soluciones para nuestra sociedad y para nuestros clientes", sintetizada Zaforteza, satisfecho con la marcha de la temporada.

Él mismo explicaba que están contentos con una campaña veraniega que aún puede dar alguna alegría más. "Hasta ahora va bien. Este verano es cierto que igual se nota que hay un poco más de actividad, pero en temporada alta siempre hay gente. La clave son los extremos de la campaña, llenar el resto de meses. Y estamos viendo este año además una tendencia a cambiar el uso de las embarcaciones: hay mucho más uso compartido de los barcos, más alquiler, y eso redunda en más actividad económica. Es positivo. Las nuevas tecnologías empiezan a llegar también al sector náutico". Con lo que la economía colaborativa con sus web tipo AirBNB, las que tienen patas arriba el alojamiento turístico, se abre también paso en el mundo náutico, solo que sin efectos tan impactantes.

El sector, de hecho, tienen otros retos. El primero es el que les trae de cabeza desde hace mucho: la lucha contra el tópico que liga barcos a riqueza. "Necesitamos que la sociedad entienda los puertos como una vía de contacto con el mar accesible para todos". Y de paso, que los mallorquines perciban las empresas náuticas como lo que son, pequeñas y medianas compañías con una actividad que crea empleo mejor pagado y de mayor calidad.

Algo parecido explicaron en el segundo grupo de empresarios sectoriales que se entrevistó con la presidenta Armengol. En él había representantes de ramas como los estibadores, los empresarios de excursiones marinas, los de enviados de navieras y barcos remolcadores y el presidente de la comisión empresarial de chárter náutico. Este último, José María Jiménez, explicaba tras la reunión que fue un encuentro constructivo, en el que la presidenta se interesó por cuestiones específicas de un sector con el que no está tan familiarizada, pero sobre el que tiene que tomar decisiones. "Ha tomado nota de todo y hemos podido explicarle quienes somos, cómo funcionamos. En nuestro caso específico, muchas veces cuando dices chárter la gente piensa en megayates con modelos famosas en cubierta, y no es así, el 99% somos barcos de vela de entre 10 y 15 metros, que se alquilan a gente normal que o no puede o no quiere tener siempre un barco en propiedad", aclaraba Jiménez.

Septiembre pinta bien

El líder del chárter también está satisfecho este año. Pese a la actividad pirata de quienes operan sin pagar impuestos, los empresarios legales han elevado sus ventas entre un 3 y 5% de media. "Es mucho, un punto de inflexión, porque llevábamos años muy malos, incluso en 2015 seguimos bajando. Ahora parece que cambia la tendencia", matiza Jiménez, que aclara que desde junio la cosa va bien y se espera un buen septiembre y un buen inicio de octubre. Luego la segunda y tercera semana de mes la actividad caerá en picado, y muchos barcos empezarán a poner rumbo a destinos más cálidos, como Canarias. Empezará la temporada de reparaciones en Mallorca, que cada año va mejor, dando músculo industrial a una comunidad que anda muy necesitada de él. Y así se lo hicieron ver ayer a Francina Armengol.