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Entrevista

Marga Bujosa Segado: "No pasé miedo al ser detenida: cuando no has hecho nada malo la indignación es más fuerte"

"Fui engañada, me agredieron física y verbalmente y pasé un día incomunicada"

Marga Bujosa, junto a las activistas Srey Leap y Tep Vanny. m.b.

Marga Bujosa aún no ha pisado Mallorca. Vendrá cuando acabe su contrato como camarera en un restaurante catalán. Nacida en Bilbao en 1976, llegó a la isla con su familia cuando apenas tenía tres años. En 2009 aterrizó en Camboya de la mano de una ONG y allí ha vivido hasta la semana pasada, cuando fue deportada por el gobierno tras haber participado en unas protestas pacíficas a favor de la libertad de expresión y los derechos humanos.

-¿Por qué Camboya?

-Por trabajo. Fui en febrero de 2009 a abrir y coordinar un proyecto educativo sobre igualdad de género. En principio no tenía pensado quedarme tanto tiempo allí, pero hoy considero Camboya otro hogar.

-¿Con qué ONG trabajaba?

-No trabajo con ninguna ONG desde abril de 2012. Desde entonces he ejercido como profesora en varias universidades camboyanas de la asignaturas de Estudios de género; Organizaciones Internacionales; y Derechos Humanos y Política Mundial. En agosto obtuve una beca de tres meses en una red de investigadores.

-¿De qué trata su tesis?

-Empecé a interesarme por Tep Vanny y el movimiento por los derechos a la vivienda de Boeung Kak en 2012. Me llamó la atención por tres razones: solo participan mujeres; era el único movimiento camboyano exclusivamente popular (surgió como reacción a las expropiaciones forzadas del área del lago Boeung Kak); y consiguió parar ese desalojo ilegal llevado a cabo por el gobierno del Cambodian People Party (CPP). El régimen de Pol Pot terminó con la propiedad privada y desde entonces instituciones internacionales han invertido millones de dólares para censar y reconocer la titularidad de la tierra, pero aún así, el gobierno del CPP ha desalojado ilegalmente a más de millón y medio de personas en los últimos 15 años. La población actual es de 16 millones. La determinación y los logros de estas mujeres me decidieron a realizar un estudio sobre su caso. Mi investigación se interesa en su resistencia al gobierno y a las nuevas formas de participación política que ello supone.

-¿Qué pasó exactamente antes de que le expulsaran?

-Vanny y Bov Sor Phea fueron arrestadas durante el décimo quinto Black Monday [unas vigilias pacíficas]. Fuimos a la comisaría de Daum Pehn para interesarnos por ellas. Estábamos esperando noticias fuera cuando fui arrestada. Un grupo de guardias de seguridad del distrito me rodeó y me empujó hacia el interior.

-¿Cuál es el objetivo de estas protestas?

-Yo, en el marco de mi investigación etnográfica, participo en todas las actividades de la comunidad de Boeung Kak, y comparto sus inquietudes. El objetivo de las vigilias o Black Monday es obtener la liberación de cuatro trabajadores de la ONG ADHOC encarcelados por motivos políticos.

-¿Por qué le dijeron que le expulsaban del país y por qué cree que la expulsaron realmente?

-Me dijeron que soy "un peligro para la seguridad nacional". Lo hicieron porque el gobierno del CPP es autoritario y paranoico.

-¿Pensó que podría llegar a pasar esto?

-Conocía el riesgo. Camboya ya no es un estado de derecho. Todo depende del capricho de la oligarquía en el poder.

-¿Fue engañada?

-Sí, el miércoles me convocaron para recoger mi pasaporte, pero ya habían anunciado mi deportación en los medios sociales.

-¿Fue maltratada?

-Me agredieron física y verbalmnete de forma gratuita con el propóstico de atemorizarme.

-¿Pasó miedo en algún momento?

-Cuando no has hecho nada malo, la indignación es más fuerte que el miedo.

-¿Pudo recoger sus cosas antes de irse o se han quedado allí sus pertenencias?

-Me dieron diez minutos para hacer las maletas. Eso fue todo. Ante la gravedad de la situación tener esa oportunidad fue una grata sorpresa.

-¿Qué trato recibió por parte del gobierno de España?

-Álex González-Davidson [activista medioambiental español que fue deportado de Camboya el año pasado] informó al consulado y me puso en contacto con ellos. De no ser por él, no creo que hubiese logrado establecer comunicación con la embajada. Me trataron de forma condescendiente y nada comprensiva. La persona con la que hablé demostró no tener ninguna noción del contexto sociopolítico del sudeste asiático, tampoco de las relacciones interpersonales. Se limitó a decirme que las acciones tomadas por la autoridad camboyanas eran ilegales.

El segundo día estuve incomunicada. Finalmente un amigo pudo obtener del consulado el nombre de las compañías aéreas autorizadas a trasladar deportados. Todo fue por teléfono. Él informó a la embajada de la agresión física y reclamó su presencia pero nunca aparecieron.

-¿Ha tenido noticias de las dos compañeras activistas a las que fue a visitar? ¿Qué cree que pasará ahora con ellas?

-Bov Sor Phea fue liberada el lunes noche a causa de un cambio imprevisto de los cargos. Tep Vanny está a la espera de un juicio por cargos no relaccionados con la detención del lunes pasado. La acusan de violencia intencional agravada debido a su participacion en una manifestacion pacífica en 2013. Se enfrenta a una pena de entre dos y cinco años. Tep Vanny, el objetivo real del gobierno, seguramente será sentenciada culpable e indultada en un golpe de "efecto democrático" justo antes de las elecciones nacionales del 2018; a no ser que la sociedad internacional evite esta injusticia. Espero que entre todas podamos impedirla.

-¿Cuál es la situación de la mujer y de los derechos humanos en Camboya?

-Las mujeres camboyanas son realmente fuertes. Viven en constante tensión buscando el equilibrio entre los dictados de la tradición y las necesidades vitales impuestas por la sociedad moderna. Las normas, rigiendo el compartamiento de género femenino de la sociedad patriarcal camboyana, son muy estrictas, imposibles de cumplir. El proverbio Tener una hija es como tener una tinaja de prohok (pescado fermentado) frente a la casa lo constata. En comparación, los hombres solo tienen regla a seguir: la heterosexualidad. Las mujeres se ven constantemente confrontadas a la dicotomía implícita entre ser consideradas respetables (seguir la tradición) o ser independientes. Además, en Camboya, así como en la sociedad india o china, valoran más a los hombres, lo que se traduce en una estructura jerárquica rígida que, junto a la edad, regula las relaciones sociales.

Las mujeres, por el hecho de serlo, se ven supeditadas a los hombres en todas las esferas de la vida, quedando indefensas y expuestas ante la pobreza y la violencia machista. Aunque la Constitución del país en el artículo 31 dice reconocer la Carta de Derechos Humanos, hoy día son inexistentes. Ronha Smith, enviada especial de la comisión de Derechos Humanos de la ONU en Camboya, en su informe de marzo de 2016, denunció especialmente la falta de derechos de las mujeres, de libertad de expresión, de divisón de poderes y de transparencia en las próximas elecciones regionales de 2017 y nacionales de 2018. Yo añadiría a la lista la inexistencia del derecho de propiedad de la tierra.

-¿El resto del mundo debería ser más consciente de lo que pasa en Camboya?

-Allí existe un grupo de mujeres luchando por los derechos humanos o como dice Tep Vanny, "por dejar de vivir en una prisión sin muros". La participación de estas mujeres es completamente desinteresada e implica muchos riesgos. Vanny ya cumplió pena en dos ocasiones debido a su participación en manifestaciones pacíficas. Y junto a ella, mucha más mujeres. Todos debemos interesarnos por personas como ella, estén donde estén: son un ejemplo de solidaridad y coraje.

-¿Tiene permitido volver a Camboya en el futuro?

-No tengo informacion clara al respecto. Revocaron mi visado por considerarme un peligro para la nación pero al mismo tiempo mintieron sobre mi situación tachándola de irregular. Dejaré transcurrir unos meses antes de iniciar cualquier trámite. Con ellos nunca se sabe, todo depende de decisiones personales y de las presiones que reciban para tomarla.

-¿Cómo ha vivido su familia todo lo sucedido?

-Con preocupación debido a la imposibilidad de comunicarse conmigo. Ahora ya están más tranquilos.

-¿Cuáles son sus planes ahora?

-Presentar la tesis e intentar volver a Camboya antes de las elecciones del 2018 para continuar investigando.

-¿Por qué decidió especializarse en igualdad de género?

-Me identifico con el contenido de estos estudios. Ser feminista implica la lucha pacífica por la igualdad de derechos. Soy una feminista nata.

-¿Cuándo vendrá a Mallorca?

-Estoy trabajando como camarera en Tossa de Mar en el restaurante de una amiga de la familia. Iré cuando termine el contrato.

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