Los peces vulnerables de las reservas marinas de Balears formarán parte de un censo que realizará la conselleria de Medio Ambiente tras un contrato con la empresa pública TRAGSATEC. Para ello, dedicará más de 570.000 euros para hacer un seguimiento de su población en las aguas del archipiélago, tal y como aprobó el Consell de Govern.

Así, desde este año y hasta 2020 se harán censos visuales en zonas con fondos rocosos. El trabajo se centrará en dos rangos diferentes, el primero de ellos entre tres y 15 metros de profundidad y el segundo entre 20 y 25 metros. De esta manera, quieren "saber la densidad de población de los peces, el tamaño que tienen y qué especies se encuentran", explicó el conseller de Medo Ambiente, Vicenç Vidal. "A mayor protección, más peces", añadió.

Para hacerlo posible, utilizarán el buceo como medio de observación. Esto, además, supone "un valor turístico muy importante, no molesta a los peces", aseguró el director general de Pesca, Joan Mercant. En ese sentido, las Islas Malgrats, desde donde dieron a conocer esta información, son "el sitio idóneo" para las inmersiones por su cercanía con Palma o porque están muy preparada para estas prácticas. Por eso, se producen 19.600 inmersiones solo en esta área, en comparación con las 1.500 de 2005. En total en todas las reservas suman unas 25.000.

Entre las especies que se encuentran en el objetivo están los merlos, los meros, las morenas o las corvinas. "Son los peces que visualmente se pueden censar de forma sencilla", señaló Vidal, y que "indican una calidad", ya que es una señal de que hay varios tipos de criaturas acuáticas habitando en estos lugares.

De esta forma, se retoma un proyecto que se paró en 2011 y que ahora vuelve a la actividad. Respecto a la reserva marina de las Malgrats, el conseller apuntó que "en siete años la población se había incrementado muchísimo, por lo que se ha demostrado que estas prácticas funcionan". Hay que tener en cuenta que en estas zonas protegidas la pesca está limitada o directamente prohibida, lo que hace posible que las especies que habitan se reproduzcan y se multiplique el número de ejemplares.

Asimismo, esperan aumentar su personal, que se mostrará en la contratación de un nuevo vigilante para las reservas marinas. "Es una medida modesta, poco a poco", si bien para esta legislatura esperan recuperar todas las personas que ejercían esta labor. Ahora mismo los medios autonómicos disponen de seis personas en este puesto, afirmó Vidal, aunque luego hay que sumarles las de medios estatales. "Por tanto, los medios de vigilancia son insuficientes", añadió.

La embarcación de la conselleria de Medio Ambiente. PABLO MORILLA

Los primeros seguimientos se realizarán en las reservas de Es Freus d'Eivissa i Formentera; la de el Toro, las Malgrats y sa Dragonera y Llevant. Ya para el año que viene se empezará con las de la bahía de Palma, Menorca y el Mitjorn de Mallorca. Después, se irán alternando estas zonas hasta 2020.

Las reservas en las islas

Balears posee un total de siete reservas marinas con una superficie aproximada de 61.800 hectáreas, lo que representa el 21% de las aguas interiores del archipiélago. Sin embargo, solo en 4.000 hectáreas está prohibida cualquier modalidad de pesca.

Por otra parte, el Govern recordó que "es inminente la deeclaración de la nueva reserva de Es Freu de sa Dragonera" y se está tramitando la de Llevant, que aseguran que no estará vigente antes de acabar 2016.

La primera de ellas fue declarada en 1982 en la bahía de Palma, que tiene más de 2.000 hectáreas. Su situación, según el Govern, es "de una gran precariedad" por el recorte de presupuestos y personal en los últimos años. Esto ha provocado que se paralizaran medidas como la del seguimiento de las especies, el debilitamiento de algunas tareas e incluso la "desaparición irrecuperable" de otras, como el seguimiento de las praderas de posidonia.