Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alojamiento turístico

La Mallorca de la saturación aloja a turistas en camiones, furgonetas y pisos patera

Entre la oferta ilegal hay hasta furgones en fincas rústicas de parques protegidos como Es Trenc, por 190 euros la noche - Pese a estar prohibido, crece el alquiler a viajeros en edificios plurifamiliares, entre los que abundan los apartamentos en mal estado, sin equipación suficiente y con espacios mínimos - La baja calidad no impide que esté todo vendido: en la isla del todo vale, al turista todo le vale

HotelVan Es Trenc llaman a estas furgonetas clásicas que se ofrecen a 190 euros la noche en una finca rústica de Es Trenc.

Mientras el Govern se gasta el dinero público en una campaña para dar la bienvenida al turismo sostenible, la cosa se pone insostenible: el todo vale triunfa en una isla en la que ya se ofrecen a través de webs de alquiler turístico como AirBNB hasta furgonetas, camiones, barcas y pisos patera para alojar a turistas. Y lo curioso es que incluso eso se alquila en la Mallorca del abarrote y el todo vendido.

El mejor ejemplo de lo insostenible de este turismo sostenible que pregona el Govern se encuentra en es Trenc. Allí, y por el precio cinco estrellas de 190 euros la noche, una empresa alquila furgonetas para pasar la noche "en una finca privada" en es Trenc. Leen bien: furgonetas para alojarse en la playa. Bonitas, eso sí, que son "vans" Volkswagen clásicas de esas famosas en el mundo del surf y la vida hippy. HotelVan Es Trenc lo llaman sus promotores, una empresa con sede en Alcúdia. Según la descripción del alojamiento que ellos mismos hacen, "el hotelVan Es Trenc Experience está situado en una finca privada que forma parte de la inigualable playa de Es Trenc, una de las playas más emblemáticas de Mallorca".

Y protegida, olvidan decir. Protegida hasta el punto de que este año el Govern decidió restringir el aparcamiento en la zona, cerrando para ello algunas de las fincas privadas que se rentabilizaban como parking. Así que ya no se explota ningún solar rústico de es Trenc como parking, pero sí como descampado para furgonetas. Todo un avance. Aunque son furgonetas bien chulas, ojo. Viejas, pero de moda: "vintage", se dice hoy. Lo explican los inventores del "HotelVan Es Trenc": "El alojamiento es una Volkswagen Westfalia Camper T2 original de los años 70, perfectamente restaurada y totalmente equipada con cama doble y tienda de campaña supletoria ´Tipi´".

Para completar las comodidades para el turismo ilegal al aire libre en una de las zonas más plagadas de mosquitos de la isla, los furgones, bautizados con nombres tan sugerentes como Vicky y La Roja, ofrecen "equipamiento exterior" consistente en mesa y sillas de camping, "con acceso privado al mar, que queda a apenas 100 metros", dentro de "una de las pocas playas vírgenes que todavía quedan en la isla".

O de las pocas que quedaban, vistas las al menos dos furgonetas que ofrece esta empresa. Para completar la experiencia hippy en el paraíso protegido, los anunciantes prometen en AirBNB "servicio de recepción, cesta de bienvenida, desayuno natural en el bohío [como llaman en Cuba a las cabañas de paja] y zona de ducha y aseo", todo por 190 euros la noche. Además ponen a disposición del cliente "todo tipo de actividades de ocio", desde náutica a yoga, pilates o paseos a caballo, pasando por "servicio de restaurante" en las propias furgonetas. De todo.

Y todo terminantemente prohibido: la legislación balear deja claro que en el suelo rústico de las islas no se pueden instalar "ni caravanas ni ningún elemento móvil que pueda resultar habitable". Pero ahí están las Volkswagen en AirBNB, donde la ilegalidad tampoco es cosa nueva: la mayor parte de los apartamentos que ofrece la web turística están en edificios residenciales, algo tajantemente proscrito por la legislación balear, que no impide que haya más de 32.000 alojamientos de este tipo anunciados en diferentes páginas web turísticas.

Camiones con cama

Pero en la Mallorca del todo vale para sacarle los euros a los turistas las furgonetas del descampado "a menos de 100 metros del mar" son solo el caso más llamativo. Aunque no el más extremo. En la isla también se alquilan grandes camiones reformados en su interior para albergar un hogar. No son ni siquiera caravanas. Más bien son habitaciones montadas en un tráiler. Y se alquilan por 200 euros la noche. Tienen la imagen de uno de ellos junto a estas líneas. La dueña la publicita directamente en alemán: "wohnmovil", la caravana, vaya, solo que con pinta de camión de mercancías y con vistas a lugares como el Portitxol de Palma, que es una de las imágenes usadas como reclamo.

Nuevamente aquí surge la ley para frustrar a los vendedores de todo lo susceptible de parecer un cobijo: en Balears solo está autorizado desplegar una caravana en los espacios específicamente autorizados para ellos. Había dos zonas hasta hace poco, pero una, la llamada comuna de Lloret, fue desalojado hace unos meses. Queda otra en Son Servera, y Santa Margalida acaba de habilitar un solar con espacio para treinta caravanas en segunda línea de Son Serra. Pero poco más. Como mucho se puede recurrir al único camping de la isla, el de Can Picafort.

Fuera de eso, las caravanas están proscritas. O muy limitadas por la ley: se puede dormir en el camión móvil ese que se alquila en AirBNB, pero sin desplegar ni sillas, ni mesas, ni toldos, ni similares. Y lo mismo puede decirse de algunas otras opciones de la oferta de esta Mallorca en la que hay tortas hasta por dormir en una furgoneta ilegal. Sin salir de AirBNB, es posible encontrar una veintena de furgones de todo tipo. Los hay con ventanuco y cama en el maletero, pero también simples furgonetas con pinta de servir más para repartir fruta que para cobijar viajeros. O híbridos aparcados en Ciudad Jardín para la foto con espacio habilitado para dormir en el techo y desplegar otro colchón en el maletero. Aún así, la mayoría cotizan este verano por entre 90 y 220 euros la noche. Y aún así se alquilan, que es quizá lo más curioso: en la Mallorca del todo vale, al turista todo le vale.

Hacinamiento turístico

De ahí los zulos que salpican la oferta de alojamiento de las webs turísticas, que promocionan auténticos cuchitriles a cien euros la noche. Sobran ejemplos. Uno por ejemplo se publicita con capacidad para ocho huéspedes, pero luego resulta que tiene apenas una habitación doble y un salón. En él se amontonan una tele y cuatro sofás cubiertos por sábanas, algo así como pase sus vacaciones en un piso patera en Mallorca. Hacínese y disfrute.

Y si lo que quiere el turista es aire libre, siempre está la opción furgoneta en Es Trenc o camioneta en la Aucanada. O más cerca incluso del mar: la oferta de alojamiento de alquiler se completa con barcos. Y algunos de ellos incluso lo son: veleros a 1.500 la noche, yates de buen aspecto a 2.000, e incluso barcos tradicionales por unos mil la noche. Otros, en cambio, flotan y poco más: son barquitos y yates venidos a menos, que se utilizan como alojamiento turístico y hace tiempo que no salen al mar. Viven amarrados a puerto, apartamentos flotantes convertidos en máquina de hacer euros en la Mallorca del abarrote sostenible. O eso dice el Govern.

Compartir el artículo

stats