La Ley Orgánica de Educación prevé que los interinos que lleguen a un centro educativo y se enfrenten a la docencia por primera vez tengan a su lado a un profesor veterano que les ayude en el proceso de ‘aterrizaje’, les dé las indicaciones necesarias y supervise cómo están haciendo sus clases.
Este proceso de tutorización se había convertido en un mero trámite, que aprobaban todos los interinos que pasaban más de 30 días enseñando en el mismo centro, pero para el próximo curso Educación ha cambiado las reglas para que no sea algo automático. Ahora hará falta un informe del tutor y del director. Si el director cree que el aspirante no es apto (esté de acuerdo o no el tutor), Inspección deberá revisar el expediente y tendrá la última palabra.
Haber sido tutorizado es algo importante para los interinos, ya que se les tiene en cuenta como mérito en la bolsa y es a partir de ese momento cuando les empieza a computar la puntuación por formación que puedan acreditar más allá del expediente académico (como cursos y otras actividades acreditadas por la Conselleria).
La directora general de Personal Docente, Rafaela Sánchez, razonó que la tutorización se había convertido en un “trámite” y que ya “no tenía mucho sentido”. Al dar el visto bueno de forma automática al pasar los 30 días, esta tutoría “formativa y correctora” se perdía.
Según la resolución firmada por Sánchez, que establece las normas de la tutorización para los tres próximos cursos, además del profesor tutor, son “figuras esenciales” en este proceso el director y el inspector. La misión del tutor es “dar apoyo y asesorar al aspirante”, justifica la resolución; mientras que el director es quien tiene atribuida por la LOE “la dirección pedagógica del centro y la prefectura de personal adscrito”. El inspector tiene entre sus atribuciones “supervisar la práctica docente, participar en la evaluación del profesorado y velar para que en el centro se cumpla la normativa vigente”.
Además de ‘acoger’ y guiar al interino, en la tutorización se supervisa cómo el aspirante planifica y desarrolla la actividad; hace la programación; gestiona el aula; evalúa a los alumnos y se integra en en el centro (cumpliendo las normas, trabajando en equipo..).
Una vez que el interino ha cumplido los 30 días de servicio efectivo en el mismo centro, el tutor ha de informar y razonar si el trabajo del aspirante ha sido negativo o positivo. Después, interviene el director, que hace su propio informe. A partir de ahí Personal Docente prevé distintas soluciones para cada escenario: si ha sido positivo y el director también lo cree así, se informa a la Conselleria, que lo declara apto. Si el tutor informa desfavorablemente pero el director cree que el interino ha hecho un buen trabajo, prevalece la opinión de la dirección y Personal Docente lo declara apto.
Recelo sindical
Durante las negociaciones en mesa sectorial, sindicatos como CCOO y STEI-i expresaron su rechazo a ampliar el margen de maniobra de los directores en ese sentido, al considerar que les puede servir para definir el claustro del centro, algo a lo que se oponen.
Si tanto el tutor como el director concluyen que el interino no lo ha hecho bien, se informa de ello a Inspección, argumentando el porqué. En caso de que el tutor haga un informe positivo y el director no esté de acuerdo, también se informa a los inspectores. En ambos casos, el interino puede presentar alegaciones. El cuerpo de Inspección debe revisar el expediente y tiene la última palabra para declararlo apto o no apto.
Otra novedad introducida por Personal Docente es que los interinos que hayan sido excluidos de las bolsas por haber sido sancionados por una falta disciplinaria grave o muy grave deberán volver a pasar el proceso de tutorización.
En este caso, serán tutorizados cuando lleven trabajando 60 o más días en el mismo centro. Tienen dos oportunidades de tutorización y si no logran ser declarados aptos al segundo intento “serán excluidos de todas las bolsas”. No se precisa por cuánto tiempo.
