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Compañías aéreas

Aerolíneas 'low cost' y de touroperadores acaparan el 90% del turismo mallorquín

Las compañías tradicionales apenas gestionan ya el 10% del negocio aéreo de Mallorca, devoradas por la competencia de los viajes de bajo presupuesto - El abarrote histórico de la isla responde a un modelo basado en precios cada vez más bajos

Hace diez años cada turista que buscaba destino para sus vacaciones de verano partía de una certeza: si quería remojar su descanso en las playas de Mallorca, tenía que pagar un plus del 20%. Era el año 2006, y de media los viajeros que llegaban a la isla se gastaban 1.033 euros, muchos más que los 853 que fundían en el resto de destinos españoles. El caché del paraíso balear lo exigía. Transcurrido un decenio, venir a Mallorca les sigue costando lo mismo que en 2006. O incluso menos: hoy se dejan por viaje 1.035 euros de media, que tras diez años de subida del coste de la vida y de avance de los salarios (europeos) son en realidad muchos euros menos que aquellos 1.033 de 2006. Y con un agravante: el plus de exclusividad que hacía de Mallorca uno de los paraísos más cotizados se ha esfumado, como deja claro el hecho de que viajar a cualquier otra costa de España este verano cuesta más o menos lo mismo (1.007 euros por viajero, frente a los 1.035 de Mallorca, una diferencia muy alejada de aquel 20% de extra balear de hace un decenio).

Es decir, contra lo que cuenta la leyenda de la inversión de las islas en calidad, la realidad es que el turismo que ha llevado este verano a Mallorca a un abarrote histórico gasta menos dinero que el de hace diez años. Es más low cost. Y eso se refleja en el recurso al alquiler ilegal como opción de moda, en el crecimiento de las ventas de paquetes de todo incluido de baja calidad y, por supuesto, en el avance a marchas forzadas de un modelo de aviación de éxito, el de bajo coste. Tienen el dato en el título: Son Sant Joan ha llegado este verano al extremo de que el 90% de los pasajeros que pisan el aeropuerto es para volar con una aerolínea low cost o para viajar con un avión de los grandes touroperadores del todo incluido, la pensión completa y similares.

El fenómeno no es exclusivo de Mallorca, pero alcanza su máxima expresión en la isla y su aeropuerto. El avance de las low cost hace que las aerolíneas tradicionales ya solo muevan el 48,5% de los pasajeros que pasan por los aeropuertos españoles, un porcentaje que en el último mes de julio se redujo al 9,4% en el caso de Son Sant Joan. Sencillamente, Iberia, Lufthansa, British Airways y compañía están de retirada de la isla, a la que miran solo como objetivo de las aerolíneas filiales de bajo coste, con las que las grandes del pasado tratan de incorporarse al negocio del vuelo barato del presente, por el que parece que también pasa el futuro.

Un ejemplo demoledor: Iberia movió en Son Sant Joan durante el último julio 637 pasajeros. 637 de un total de 3,9 millones de viajeros, la mayor cifra en julio de la historia del aeropuerto. En su lugar, Iberia recurrió a su filial low cost, Iberia Express, que desplazó a 61.000 personas, tras crecer un 20% en son Sant Joan un año. Y lo mismo puede decirse la otra marca histórica de IAG, British Airways, la gran aerolínea británica, que trajo en julio al destino predilecto de los británicos un total de 12.445 pasajeros.

Una miseria: apenas uno de cada 300 viajeros que pasaron por el aeropuerto. La situación se repite con Lufthansa: la referencia de la aviación alemana durante el siglo XX, pierde cada año cuota en las conexiones con esa Mallorca que los alemanes consideran suya. Tanto es así que apenas 26.659 pasajeros se movieron con Lufthansa entre la isla y las capitales germanas durante el mes de julio. En cambio, veinte veces más recurrieron para sus viajes a la low cost del grupo Lufthansa, es decir, Germanwings, que trasladó 534.000 viajeros hasta las islas, tras crecer en el último julio un 28%. En conjunto, las aerolíneas tradicionales han perdido en el último año el 15% de sus clientes.

Solo crecen las low cost

Son Sant Joan y Mallorca dependen así cada vez más de los pasajeros de aerolíneas como Ryanair, Vueling, EasyJet o la gran irrupción de este verano, la nórdica Norwegian. Ryanair es la gran dominadora del negocio en Europa y se acerca poco a poco al liderazgo en Mallorca, aún ocupado por otra aerolínea que nació como low cost y se hunde poco a poco por no haber sabido serlo: Air Berlin. La aerolínea germana pierde este verano un 6% de sus pasajeros (dato de julio), mientras Ryanair crece un 8%, Vueling avanza un 4,4%, EasyJet se anota un 4% más y Norwegian irrumpe en el top 10 en su primer año de actividad intensa en Son Sant Joan. Fuera del modelo low cost solo Air Europa aguanta el pulso, aunque, todo hay que decirlo, con una estructura de tarifas y servicios casi tan competitiva como la de las low cost. Eso le permite avanzar un 4%, y quedarse en cuarta plaza del ránking de actividad de Mallorca, superada por Air Berlin, Ryanair y EasyJet y seguida cada vez más de cerca por Vueling.

Entre las veinte mayores ya no aparece ninguna aerolínea tradicional. Hay que irse hasta el puesto 24 para encontrar a una de las grandes de la historia de la aviación europea, la alemana Lufthansa. En la isla del abarrote histórico, el turismo y los vuelos son low cost.

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