Tráfico está multando a un ritmo de más de 385 sanciones diarias en las carreteras de Baleares, y de éstas más de ocho por jornada corresponden a conductores que han sido cazados habiendo consumido alcohol o drogas, según los datos facilitados por su Jefatura Provincial. Un dato a destacar: las denuncias que se imponen en las islas han aumentado durante este primer semestre del año la nada despreciable tasa de un 19,2% respecto a 2015, un crecimiento que se sustenta en la intensa actividad de los radaresinstalados en el archipiélago, tal y como informó Diario de Mallorca el pasado día 4.

Los excesos de velocidad se han convertido, con diferencia, en la principal causa de las multas aplicadas por tráfico, pero no son la única, y por detrás de ella aparece el no disponer de seguro obligatorio, la no utilización del cinturón de seguridad o de los sistemas de retención infantil, y la conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas o de drogas. Precisamente tres de estos cuatro casos protagonizan las campañas de vigilancia que se desarrollan durante este verano.

Según el informe facilitado por la Jefatura Provincial de Tráfico, durante los seis primeros meses de este año se han formalizado 70.160 denuncias, muy por encima de las 58.841 del mismo periodo de 2015, lo que supone el incremento antes señalado.

¿Por qué crecen tanto las multas? La causa fundamental es la implantación de radares y su notable actividad: los excesos de velocidad han dado pie, durante esos seis primeros meses del presente ejercicio, a 45.452 sanciones, a enorme distancia de las 36.486 del primer semestre del año anterior, lo que implica un incremento del 24,5%. Hay que recordar que este tipo de infracción suele ir acompañada de una multa de 100 euros, ya que en Baleares no suelen registrarse excesos muy graves.

Por detrás aparecen las denuncias impuestas por circular sin contar con el seguro obligatorio. Entre enero y junio del presente ejercicio se han aplicado 2.263 multas por este motivo, con una evolución al alza en relación a 2015, cuando se alcanzaron las 2.034.

El tercer motivo de sanción es la circulación sin hacer uso del cinturón de seguridad o de los sistemas de retención infantil: 1.691 multas aplicadas durante los seis primeros meses de este año y con una clara evolución a la baja, dado que en el mismo periodo de 2015 se habían alcanzado las 2.081.

El cuarto lugar corresponde a la conducción bajo los efectos del alcohol o de drogas, con un total de 1.552 infracciones a lo largo de ese primer semestre. En este caso, estas denuncias se mantienen prácticamente estables, ya que durante el mismo periodo del año anterior su cifra había sido de 1.558.

La importancia de estos tipos de infracción se refleja en el hecho de que tres de ellos centran las campañas especiales de control programadas por Tráfico durante agosto y septiembre.

Tres campañas de control

En concreto, entre los días 12 y 14 de este mes se desarrolló el plan para la vigilancia del consumo de alcohol y drogas por parte de los conductores, y durante las jornadas del 22 al 28 está prevista una iniciativa similar dedicada en este caso a los excesos de velocidad. Finalmente, entre el 12 y el 18 de septiembre se elevará la vigilancia de la Guardia Civil en relación al uso de los cinturones de seguridad y de los sistemas de retención infantil.

Pero las cuatro infracciones antes señaladas no son las únicas que han conllevado sanciones en la red viaria balear. La quinta en volumen es la conducción mientras se hace uso de dispositivos móviles, con 1.500 denuncias durante el primer semestre del año, con una evolución a la baja en relación a las mismas fechas de 2015, cuando se aplicaron 1.912 multas

La lista la completan las 774 multas impuestas durante los seis primeros meses de 2016 por no respetar normas y señales, las 180 por adelantamientos indebidos y las 58 por circular en moto sin hacer uso del casco, Finalmente, el informe de Tráfico apunta que hay 16.690 multas más correspondientes a otros tipos de infracciones no especificadas.