Durante los seis primeros meses de 2013 se aplicaron en las islas unas 33.000 multas por parte de Tráfico. Tres años más tarde, esta cifra se ha más que duplicado hasta quedar por encima de las 70.000.

¿La causa de esta evolución? Fundamentalmente, la instalación de radares, porque es en los excesos de velocidad detectados donde el aumento resulta como poco espectacular, al multiplicarse por más de cuatro durante el citado periodo, mientras que en el resto de infracciones la evolución ha sido dispar.

En el caso de las sanciones por conducir a velocidad excesiva, durante el primer semestre de 2013 se colocaron ligeramente por encima de las 10.000, para superar las 19.000 en las mismas fechas de 2014, y ponerse por encima de las 36.000 en 2015. Este año van más allá de las 45.000.

El hecho de circular sin seguro obligatorio ha tenido altibajos en el número de denuncias, y si en el primer semestre de 2014 se llegó a las 2.210, con un ligero aumento sobre 2013, en 2015 se bajó hasta las 2.034 para volver a mostrar un incremento durante el presente ejercicio y situarse en las 2.263.

La infracción que muestra una evolución descendente más apreciable es el no hacer uso del cinturón de seguridad o de los sistemas de retención infantil. En 2014 ya apareció una bajada respecto a 2013, y el primer semestre del primero de esos años se cerró con 2.204 multas, para volver a descender en 2015 hasta las 2.081 y cerrar el primer semestre de este año con 1.691.

En el caso de los conductores que han consumido drogas o alcohol, de nuevo hay cambios de tendencia. Durante el primer semestre de 2013 se superaron ligeramente las 1.300 multas por ese motivo pero en 2014 esa cifra se disparó hasta quedar por encima de las 1.600, para descender en 2015 y volver a hacerlo, aunque de forma ligerísima, en 2016.