El responsable de Economía y Hacienda del Consell de Mallorca, el socialista Cosme Bonet, afirmó ayer que la solución para "la sensación de saturación" turística "no es cerrar puertas", sino adoptar medidas para cambiar de manera efectiva "el modelo turístico" balear con el fin de que sea "sostenible". Bonet opinó que "la gente ha comprado la opinión de sensación de saturación turística". Sin embargo, consideró que para saber si esta sensación responde a la realidad "hay que esperar hasta el final de temporada", cuando se dispongan de los datos concretos sobre el número de turistas.

"Hay que ser prudentes", dijo Bonet quien recordó que se han producido "temas" que provocan que "aumente esa sensación". Entre estas cuestiones se refirió a "no poder aparcar en Cala Varqueso poner la toalla en Es Trenc" o, en el caso de Palma, el elevado número de cruceros. Sin embargo, sostuvo que se trata de "elementos que se pueden reconducir" y que la solución pasa por cambiar el modelo turístico balear por uno sostenible.

Añadió que "se trata de regular el turismo de otro modo e ir hacia un modelo que no genere" esa presión turística de "manera concentrada" solo en los meses de verano. Es decir, alargarlo durante todo el año a traves del impulso de productos desestacionalizadores, para lo cual es necesario adecuar las infraestructuras.

En cuanto a la regulación del alquiler turístico, afirmó que la idea del Govern de contar con la colaboración de las empresas dedicadas a la venta de estos servicios por internet es positiva ya que "son aliados necesarios". No obstante, consideró que "no es lo mismo" la situación del alquiler turístico en grandes núcleos urbanos como Palma que "en el interior", ya que hay localidades que gracias a las viviendas vacacionales han podido beneficiarse del turismo.

Junto a ello, advirtió al Govern de que cualquier medida que adopte y que afecte al territorio deberá consensuarla con el Consell, que es el competente en esa materia, y que ya se está redactando el Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos (PIAT) cuyo objetivo es "regular la presión que el turismo ejerce en Mallorca". Añadió que, de hecho, "la solución sería cambiar la legislación territorial", ante el riesgo de que "este crecimiento puede incitar a construir en suelo rústico".

Bonet efectuó estas declaraciones tras presentar dos líneas de subvenciones del Consell. La primera, dotada con 250.000 euros, será para proyectos que promuevan el comercio local y los valores turísticos de Mallorca. La segunda, de 150.000 euros, se destina a ayuntamientos para la mejora del material de información turística en papel y en contenido digital.