El grupo parlamentario Proposta per les Illes (El Pi) presentó ayer una proposición no de ley (PNL) para regular la instalación y uso de desfibriladores externos automáticos y semiautomáticos en espacios de uso público no sanitarios, como por ejemplo "los edificios de las administraciones o grandes establecimientos comerciales que superen los 700 metros cuadrados".

Además, según informó la formación en un comunicado, la PNL "determinará quiénes deben ser las personas responsables, físicas o jurídicas, titulares de los espacios donde se instalen", así como "garantizar la conservación y mantenimiento". En la misma línea, y para "completar la iniciativa", El Pi ha propuesto "implantar un registro balear de desfibriladores externos automáticos y semiautomáticos".

El Pi quiso destacar que, según los expertos, estos aparatos son "una respuesta eficaz ante un acontecimiento vital que pueda requerir desfibrilación", de esta manera, "reduce el tiempo entre que se produce el problema y la llegada de los servicios sanitarios". Asimismo, las comunidades científicas han determinado que "los desfibriladores automáticos o semiautomáticos son idóneos para que los puedan utilizar personas ajenas al ámbito sanitario". Por ello, el partido ha insistido que "a pesar de las recomendaciones y la existencia del Decreto 137/ 2008 del 12 de diciembre que lo regula", el Govern "no ha instalado los aparatos en los lugares públicos o privados más transitados".