Las compañías de party boats dan el visto bueno a las inspecciones de estas polémicas fiestas. Así lo expresan algunas de las empresas que se dedican a ofrecer este servicio, que no temen los posibles controles de la Guardia Civil, ya que afirman que hacen su trabajo de manera legal. Además, lo consideran como una forma de pillar a quienes también ofrecen fiestas en barco, pero de manera ilegal, lo que se podría considerar como una forma más de competencia desleal.

Una de las compañías del sector, Barca Samba, valora que se estén aumentando los controles, ya que ellos están "sometidos a una regulación muy estricta", defiende el capitán y socio de la empresa Ignacio Bestard. Eso sí, aseguran que, de momento, no están notando este incremento de las inspecciones en alta mar, si bien tienen constancia de que sí que está pasando en otros casos. Han tenido alguna, pero "de forma aleatoria" y de las que han salido indemnes, sostienen. Tampoco son muy frecuentes, puesto que "pueden pasar meses" sin recibir una. Cuando la Guardia Civil les para, "nos piden la documentación, comprueban que todo esté en orden" y después siguen trabajando con normalidad. Así, apuntan que es positivo que se realicen este tipo de controles para cazar a aquellos que realizan fiestas de forma ilegal.

Asimismo, destaca que en sus embarcaciones no hay un consumo de alcohol demasiado elevado. En ese sentido, desde Barca Samba defienden que su público es más controlado. Por tanto, asegura que esa imagen de que se cometen excesos en los party boats no se corresponde con lo que ofrecen a bordo. "No es verdad que sean barcos de desmadre. Beben, pero sin que se produzca ningún percance". En cuanto a las drogas, Bestard asegura que no tienen ningún problema. "Los turistas no traen drogas, nuestro público es gente sana", confirma.

MallorcaVentura también organiza los polémicas party boats. Se muestran contentos por las mayores inspecciones, ya que también defienden que la empresa está dentro de la legalidad. "Lo vemos totalmente normal. Si tienes toda la documentación en regla y lo haces todo bien, te dejan trabajar sin problemas, no hay que sufrir ninguna consecuencia", manifiesta el responsable de MallorcaVentura, Cédric Rebouche. "Si controlas a tus clientes, si tienes un capitán y una tripulación que ponen reglas, la gente se lo puede pasar bien sin emborracharse demasiado, sin pasarse ni hacer tonterías".

En cuanto a uno de los apartados más polémicos de estas fiestas, el de la droga, Rebouche dice que nunca han sufrido estos problemas. Aun así, explica que "no soy policía, no puedo mirar a la gente que sube y decirles '¿llevas droga?', no tengo derecho a pedirlo ni a mirarles". Eso sí, "avisamos cuando suben de que la droga está prohibida a bordo". Ahora, lo que sí admiten es que algunos de sus clientes han bebido de forma excesiva, "como en cualquier otro sitio". En ese caso, "el camarero les avisa, es muy estricto".

Pero, ¿cuál es la razón de que se tenga tan mala imagen del servicio que ofrecen? Cédric Rebouche lo tiene claro: "Hay gente que lo vende al típico público británico de Magaluf como una locura", se queja. Por lo tanto, esto les perjudica en cuanto a que se les presenta en sociedad como un servicio que ofrece excesos, cosa que aseguran, tanto Barca Samba como MallorcaVentura, que no es su objetivo.