Trece años después, Meliá volvió ayer al Ibex 35. Y lo celebró con una subida: la cadena mallorquina se apuntó un avance del 1,97% en su vuelta a la élite de la bolsa española, convertida de paso en la única empresa turística que figura entre las 35 mayores que cotizan en el mercado financiero español. Meliá celebró su estreno con una de las mayores subidas de la jornada, en la que solo el Banco Popular y Bankia se apuntaron incrementos más fuertes. Por detrás de la hotelera mallorquina quedaba toda la nobleza económica española, desde el Santander al BBVA, pasando por Telefónica, las grandes eléctricas, Inditex o las peores del día de ayer, Enagas y la empresa semipública que gestiona los aeropuertos, AENA.

Meliá, liderada por la familia Escarrer, sustituye en el Ibex 35 a la FCC de las hermanas Koplowitz, que abandonó el índice el 18 de julio, cuando se completó la toma de control de la compañía por parte de otro ilustre de los negocios, el millonario mexicano Calos Slim.

La cadena mallorquina regresa al Ibex 35 con una capitalización de 2.503 millones de euros, que la situaban al cierre de ayer en el puesto 33 dentro de las 35 empresas más valiosas. Por detrás quedaban dos compañías de éxito, referencia para el sector de la tecnología y la ingeniería, Indra y Técnicas Reunidas.

Meliá se estrena además con el respaldo de los analistas, que la ven barata. La compañía acumula este año una caída en bolsa del 10%, que deja su acción en 11,11 euros, valor que seguirá su remontada. O eso explicaban ayer en especialistas financieros de firmas como SelfBank, Renta4, Mirabaud o Banco Sabadell, en las que coincidían en atribuirle a la principal cadena hotelera de Mallorca (la mayor de Europa) un potencial alcista superior al 20%, que llevaría a Meliá a los 13,5 euros por acción.