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Economía

El Govern extenderá la renta social a pensiones bajas y a familias con pocos recursos

Ahora únicamente la pueden pedir hogares sin ingresos y con niños

Colas de carritos para coger comida en Caputxins. La foto es de 2015. La situación ha mejorado, pero sigue habiendo mucha población bajo el umbral de la pobreza. b. ramon

La mala noticia es que la renta social garantizada, el proyecto estrella del Govern del Pacto, solo está llegando a 181 familias (724 personas). La buena noticia es que los hasta 776 euros de la renta social solo está llegando a 181 familias. Y no es un chiste: la incipiente recuperación económica de las islas y la campaña de contrataciones de verano hacen que hoy haya más personas trabajando en Balears que nunca, hecho que ha provocado que las peticiones de esta paga de apoyo a las personas con menos recursos se reduzcan cada semana. Empezó en su primer mes en vigor (mayo) con 1.298 peticiones, que bajaron a 326 en junio y se quedaron en apenas 130 en julio. Con lo que el dinero previsto no se está usando al ritmo esperado. "Hemos gastado solo una pequeña parte del presupuesto inicial de 20 millones, y aún así estamos respondiendo a todas las solicitudes. Es un escenario muy positivo: no se gasta porque la demanda de ayuda y las necesidades de la gente han cambiado", resume Fina Santiago Fina Santiago (Més), consellera de Serveis Socials.

Santiago detalla que en julio, cuando más personas juntas cobraron la renta de entre 429 y 685 euros por familia, el desembolso total del Govern se quedó en menos de 115.000 euros. Si se mantiene el ritmo de peticiones, a final de año se habrá consumido en renta social menos de un millón de los veinte previstos en el presupuesto de este año. A esa cifra habrá que sumarle los cinco millones que cuesta pagar la antigua renta básica de inserción (para personas que agotan el paro), que también sale de esa partida de 20 millones y ayuda a 1.800 familias. En total, el proyecto estrella del Govern va a acabar el año costando alrededor de seis millones, cuando arrancó con una asignación de 20 que Fina Santiago. Y le costó nacer: esa cantidad la peleó duramente la consellera de Serveis Socials ante sus socios del Govern, mientras desde el Parlament Podemos se quejaba amargamente de que no hubiese más dinero para la iniciativa clave del Pacto por el que apoyan el Govern de PSOE y Més, y el PP le afeaba al Ejecutivo que preside Armengol (PSOE) que hubiese prometido una renta social de 60 millones y solo estuviese asignando al proyecto 20.

¿Qué ocurrirá ahora? Pues Fina Santiago y su equipo lo tienen muy claro: el dinero se empleará para adelantar las siguientes fases, e ir ampliando el acceso a la renta social garantizada a más ciudadanos. "Prefiero que se nos critique por no sobra dinero y no lo gastamos todo, que haber empezado con la renta social de un modo más amplio y haber llegado a noviembre y dejar de pagarlo porque se acaba la partida. No puedes crear la expectativa y que luego la gente se quede tirada. Ahora lo que haremos es con menos dinero llegar a más gente", explica Santiago, que ya tiene un plan de extensión de la ayuda. Ahora solo la pueden pedir las familias con hijos a su cargo y ningún ingreso. Serveis Socials tenía localizadas 6.000 hogares así con hijos menores de 18 años. E hicieron el cálculo para poder llegar a 3.000 de las 6.000. Al final están pagando 180 ayudas al mes. Con lo que el siguiente paso es abrir la renta social a todas las familias sin recursos o a las que no lleguen a los "mínimos de subsistencia" que marca la ley de la renta social, aprobada en abril.

Los nuevos beneficiarios

¿Cuáles son esos mínimos de subsistencia? Depende de las personas en el núcleo familias. Para un adulto con un menor a su cargo son 557 euros al mes, que se elevan a 643 si son dos adultos y un niño, y 685 euros en el caso de dos adultos y dos niños. Y así hasta llegar al máximo previsto de 776 euros al mes. Las familias que dentro de su categoría no lleguen a ese ingreso pueden solicitar que se les complemente lo que les falta. Se entiende perfectamente con ejemplos. En un hogar con dos adultos y dos niños sin ingresos cobrarán 685 euros al més, pero si resulta que alguno trabaja o tiene ayuda de otro tipo por valor de 300 euros, lo que hará el Govern es aportar los 385 adicionales hasta llegar a los 685 euros previstos como mínimo de subsistencia para esa situación.

De este modo, el Govern aumenta el colectivo de potenciales perceptores de la renta básica. Lo multiplica por cuatro: de las 6.000 familias de las islas con hijos menores y sin ingresos que se pueden beneficiar hoy, a las más de 23.000 con recursos inferiores a los mínimos de subsistencia que podrán recurrir a la ayuda a partir de noviembre o diciembre. "La idea resumida es completar los ingresos de todas las familias hasta que lleguen al mínimo de subsistencia", enfatiza la consellera.

Y hay más. Fina Santiago subraya que tienen detectada otra bolsa de pobreza importante. Se trata de personas que viven solas con una pensión no contributiva, en su mayoría ancianas que no han cotizado el mínimo o personas con discapacidades importantes. El plan de la Conselleria de Serveis Socials para esos casos es que se les eleven los ingresos mensuales a todos con cargo a la renta social hasta llegar a los 428 euros de mínimo. Ejemplo parecido al anterior: una persona con pensión no contributiva de 380 euros, que es la media de ese tipo de prestación en Balears, recibiría 48 euros más al mes para llegar a esos 428 de mínimo. Y si el beneficiario no tuviera ningún ingreso o este fuera muy bajo, pues igualmente recibirá suficiente para llegar a esos 428 mensuales. Este complemento a las pensiones no contributivas costaría unos ocho millones al año, calculan en el Govern.

¿Habrá dinero para tanto?

¿Dan las cuentas para ampliar de forma tan ambiciosa la renta social? Pues Santiago cree que con la mejoría económica y el acceso de más gente al empleo, la partida de 20 millones alcanzará para cubrir todas esas categorías, que, evidentemente, no estarán compuestas por las 32.000 familias de hace solo un año, si no por muchas menos. De los contrario las cuentas no saldrían ni de lejos para pagar con veinte millones lo que se calculaba que supondría sesenta.

Pero en este contexto, con menos dinero se puede llegar a más tipos de beneficiario, dice Fina Santiago. Hace ella misma las cuentas. Los cinco millones de la actual renta básica que cobran 1.800 familias, los ocho millones del complemento para las pensiones más bajas y la ampliación de la renta social a todos los hogares con varias personas que no alcanzan el mínimo de subsistencia requerirán los veinte millones previstos para 2016, partida que ya estaba planeado ir aumentando hasta llegar a los 60 millones anuales en 2019. La buena noticia es que no será preciso llegar a tanto, porque no habrá tales necesidades. O eso parece.

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