Rocío Martínez: "El Govern no tiene ningún afán negociador sobre el ERE de profesores de religión"

-Intentamos una moratoria. Ese es nuestro primer objetivo. A estas alturas del curso es complicado aplicar una medida así. La Lomce da opción a las Comunidades Autónomas a que la carga lectiva de la asignatura de religión vaya desde los 45 minutos a las dos horas. Aquí siempre hemos tenido 90 minutos, al menos en primaria. Con la opción que daba la Lomce, a finales de mayo el Govern sacó una resolución por la que la carga lectiva se reducía, dejándola por ejemplo en primaria en una hora. Además, al aplicarla hacen agrupaciones por curso. Es decir, se reduce la carga lectiva y se agrupa el alumnado. Ahí empieza el problema. De no ser por esa resolución, ahora no estaríamos ante un ERE. Tenemos interpuestos dos contenciosos administrativos, del Obispado y de USO, contra esa resolución. Pero no hay ningún afán negociador por parte de la Conselleria. No se puede llegar a nada porque no quieren negociar.

-La Conselleria les ha ofrecido que no haya despidos a cambio de más medias jornadas. ¿No sería una solución para salvar los puestos de trabajo?

-Reducir los salarios y abaratar futuras indemnizaciones por despido no es una propuesta aceptable. Seguiremos negociando todo el mes, aunque es muy difícil alcanzar un acuerdo. Se hacen propuestas y contrapropuestas, pero no hay avances. Estamos en un punto muerto.

-El conseller March les dijo que ustedes disfrutaban de un trato especial que suponía un agravio comparativo.

-Dicen que es suficiente con que tengamos un alumno para dar clase, mientras que las demás optativas necesitan más. Pero es que no es un privilegio, es un derecho constitucional. Es un derecho fundamental de las familias que quieren llevar a sus hijos a los centros públicos y que les impartan la asignatura de religión. Si quiero que mi hijo acceda a una formación religiosa, no me pueden obligar a ir a un concertado o a un privado. Como padre tengo ese derecho, que es constitucional y está amparado por numerosa normativa.

-¿No es un privilegio que con los impuestos de todos se paguen asignaturas de una religión determinada?

-También hay acuerdos con otras religiones, como la evangélica, la islámica o la judía... El que no se apliquen no es responsabilidad nuestra y desconozco el motivo por el que no se hace. Insisto en que es un derecho constitucional. El Estado debe ofrecerte la educación que quieras para tus hijos, da igual que seas musulmán, hindú, budista... Te tiene que proporcionar los medios para que puedas acceder a la educación religiosa por la que optan tus padres. Eso es lo que defiende la Constitución, todas las religiones. Nosotros lo consideramos parte de lo que es la formación integral de los hijos.

-¿No sería más lógico que la formación religiosa quedara fuera de la enseñanza pública?

-No, por que el Estado tiene la obligación de garantizar esa formación integral de la persona y eso se hace dentro de los centros públicos, que es donde el Estado tiene la potestad para garantizar que la enseñanza sea la adecuada. Además, las personas deben conocer su herencia, de dónde vienen, su cultura. En eso, hay un mínimo de cultura religiosa que se debe conocer. A mucha gente le hablan de “una ley salomónica” y no saben quién es Salomón.

-Para esos conocimientos no se necesita una asignatura de religión.

-Y los químicos y físicos también pueden dar matemáticas.

-Ustedes solo podrán impartir religión

-Ahí esta el problema. Está el BOE de 16 de octubre de 1982 que dice que a los profesores de religión se les puede completar su horario con otras asignaturas siempre y cuando tengan la titulación pertinente. Por ejemplo, en secundaria si se tiene la titulación de filosofía y de teología, también puede impartir filosofía. Nosotros no somos funcionarios, somos personal laboral. Ojalá hubiera oposiciones para el cuerpo de profesores de religión, pero no es así. Cuando se habla de privilegios y de que estamos a dedo... Yo empecé en 1993, estábamos sin contrato de trabajo, trabajábamos para el ministerio de Educación, en un centro público, sin seguridad social y cobrando una miseria. Empezábamos así.

-La Conselleria argumenta que sus medidas se dirigen a equipararlos a los interinos con el fin de que exista un “trato más equilibrado”

-Pero es que no somos interinos. Somos personal laboral indefinido. No estamos cubriendo una vacante. Trabajamos en un centro concreto con una jornada completa. Tenemos la plaza en posesión. Yo no sustituyo a nadie, es mi plaza. El BOE de 1982 también nos reconocía como miembros del claustro a todos los efectos, además del artículo 3 del acuerdo entre la Santa Sede y el Estado, algo que la Conselleria no quiere respetar ni aceptar.

-Lo cierto es que la reducción de horario de clases de religión que ha decidido la Conselleria está amparada por la Lomce, que incluso permitiría reducirlo más.

-Sí, pero entonces dejan la asignatura en lo más básico., en lugar de darle calidad. Hay entre un 60 y un 66 por ciento de los padres de la pública que eligen formación religiosa, sobre todo en primaria. La Conselleria ofrece la asignatura, por lo que desde este punto de vista cumple la Ley, pero deja la asignatura en lo más básico y la calidad disminuirá. Además, nos han excluido porque ya no somos miembros del claustro, sólo podemos hacer religión mientras que los demás pueden hacer proyectos, coordinación... En el documento del ERE ponía que este curso podíamos hacer de todo, como el resto del claustro, pero que para el curso próximo no podremos. Lo que no pueden hacer es que parezca que estamos quitando puestos de trabajo a otros, porque no es verdad. La desaparición de nuestras plazas no supondría nuevas plazas. Se vende que quitamos puestos de interinos, pero no es así. Ni siquiera estamos equiparados salarialmente a un interino. No queremos usurpar el trabajo a nadie.

-Cobran de las arcas autonómicas pero les nombra el Obispado

-Eso es porque el Estado debe guardar neutralidad. El Estado es aconfesional, el carácter confesional se lo tiene que dar el Obispado, que propone y la Conselleria nos contrata, revisando si tenemos la titulación necesaria. No estamos puestos a dedo sin titulación. En lo que se refiere a la religión, deberá ser el Obispado el que pueda proponer. Imagine que un colegio público quisiera impartir el islam, o el judaísmo. ¿Quién decidiría qué profesor impartiría esa asignatura? Si el Estado es neutral, deberá buscar a alguien que pueda decir quién está capacitado. Insisto en que es un derecho constitucional.

-¿A qué se refieren cuando defienden que en la actualidad la asignatura de religión no se imparte como adoctrinamiento?

-Las religiones deben servir de trampolín para la paz, la armonía. La educación de la religión debe servir para conseguir un mundo de paz, solidaridad, respeto. Nosotros damos una educación integral, en positivo. Educamos en tolerancia, pluralidad, empatía, sensibilidad. Obviamente, se basa en nuestra religión, pero yo conozco familias que no son creyentes y quieren que sus hijos vayan a mi clase. Ya saben que trataré sobre Jesús, pero consideran que también se vive la Navidad sin ser creyente. ¿Qué daño le va a hacer al alumno que le hablen de Jesús? El mismo que si le hablas de Gandhi.

-Los criterios curriculares que planteó el Gobierno central para religión incluyen cuestiones como que esta asignatura servirá para que los alumnos reconozcan “la incapacidad de la persona para alcanzar por sí mismo la felicidad”. ¿Eso no es adoctrinamiento?

-Bueno... Pero se hace adaptación del currículo. No lo hemos adaptado así, tal cual. Para nada. Es algo que hay que intentar revisar en la adaptación del currículum.

-En la pasada legislatura Educación sufrió recortes, desaparecieron plazas de interinos. ¿A ustedes les afectó el tijeretazo?

-Sí. Por ejemplo las sustituciones o jubilaciones en secundaria al menos no se cubrieron. El resto de recortes, como la anulación de la paga extra, también nos lo aplicaron. Pero no somos interinos, tenemos la plaza en propiedad. Somos personal laboral indefinido. No tenemos los mismos derechos sociolaborales, como por ejemplo de conciliación laboral, que el resto de los funcionarios. En esta legislatura, la entrada del actual Govern fue muy buena hacia nosotros. Se reiniciaron las reuniones tripartitas con el obispado y también se nos mostró la predisposición a hacer un documento por el que tuviéramos los mismos derechos que un interino en estas cuestiones. Lo firmamos el pasado mes de febrero para que entrara en vigor cuando se publicara en el Bocaib. Todavía no se ha publicado y por lo tanto no se nos aplica. Hemos pedido explicaciones pero aún no nos han contestado.

-¿Qué piensan cuando les dicen que la asignatura de religión es una ‘maría’?

-No es una asignatura sin fundamento. La base de la teología es la religión y se puede hacer una carrera posterior, como Ciencias Religiosas o Teología. Igual que pasa con la música, por ejemplo, que tienen su carrera posterior.

-En julio convocaron movilizaciones ante el Consolat de Mar. ¿Si la conselleria no da marcha atrás plantearán más protestas?

-No está descartado, pero ahora estamos en una mesa de negociación y todas las partes deben ir de buena fe para conseguir primero esta paralización del ERE hasta que el juez se pronuncie sobre los recursos. A día de hoy no sabemos qué personas con nombres y apellidos están despedidos. Los centros no saben qué profesor les va a llegar cuando queda nada para empezar el curso. Pedimos al Govern que tenga en cuenta todo esto y también que hay dos recursos administrativos puestos, presentados a finales de julio, por lo que sería un absurdo plantear despidos y que después el juez nos de la razón, con el consiguiente coste para las arcas autonómicas.