Desde Médicos del Mundo se señala que la única noticia positiva en relación al mundo de la prostitución en la isla es que la llegada de un nuevo Govern ha permitido que las extranjeras tiendan a recuperarla tarjeta sanitaria que en años anteriores se les había quitado por estar muchas de ellas en situación irregular.
Según apunta el coordinador de esta organización en Balears, Alberto Gundín, en estos momentos alrededor de un 55% de estas mujeres dispone ya de la citada tarjeta, aunque no oculta que lo ideal sería acercarse todo lo posible al 100%.
En cualquier caso, pone de relieve el rigor con el que la mayoría de las prostitutas controlan su estado de salud, sometiéndose a las pruebas de VIH con frecuencia, lo que hace que la tasa de las que se pueden ver afectadas por enfermedades de transmisión sexual puede ser incluso inferior al de la media de la población normalizada.
Prácticas de riesgo
Por contra, no se oculta que su problema radica ahora en la exigencia de muchos clientes de realizar prácticas de riesgo, como es evitar el uso del preservativo durante el acto sexual, algo a la que la mayoría se niega, pero que en ocasiones se puede llegar a aceptar cuando los ingresos conseguidos no son suficientes como para poder subsistir o garantizar que pueden cubrir los gastos de algún familiar a su cargo, como podría ser un hijo.
Alberto Gudín critica también con extrema dureza una práctica creciente entre la clientela, que no duda en calificar como "atentado contra la libertad sexual" de estas mujeres, como es el aceptar hacer uso del preservativo, pero en el último momento y sin avisar a la prostituta extraerlo para eyacular sobre ella. Según el representante de Médicos del Mundo, este tipo de comportamientos suponen sin duda alguna una "agresión sexual" contra ellas.
