Es un buen punto de partida, pero hacen falta más medidas. La asociación Amics de la Terra aplaude que, tal y como informó este diario, la Universitat y la Autoritat Portuària (APB) vayan a medir y analizar la contaminación y el ruido que generan los cruceros en los principales puertos de las islas; pero ve "urgente" que se adopten más medidas de control y piden para empezar que se limite el número de máximo de buques que pueden coincidir en Palma.

Así se pronunció la entidad ecologista ayer, que comenzó lamentando que pese a que "un gran número de cruceros de grandes dimensiones llegan al puerto de Palma cada día, algunos de ellos con más de 7000 pasajeros," aún no existan datos sobre el impacto que generan, algo que mejorará gracias al convenio firmado entre la UIB y la APB para establecer una red de sensores que medirán la contaminación y el ruido que suponen las escalas de estos buques.

"Este estudio nos parece un inicio pero hacen falta más medidas al respecto", insistió Amics de la Tierra, quien el pasado junio ya solicitó a la APB adoptar medidas en una carta a la que aún no han recibido respuesta. "No hay estudios sobre la capacidad de carga de la isla", alertó la entidad, que recordó que "éste está siendo uno de los años con más turismo" y que "Mallorca empieza a tener graves problemas de abastecimiento de agua". Según indicó el comunicado, "Balears es una de las comunidades con más consumo de agua por habitante y el turismo va creciendo sin ninguna medida de control". Por ello, concluyó la asociación, es "urgente establecer un límite en el número de grandes barcos que nos visitan simultáneamente" ya que "colapsan el centro de Palma y son muy contaminantes, tanto durante el viaje como durante su estancia en el puerto, dado que precisan mantener los motores en marcha para producir electricidad". Amics de la Terra subrayó además la "enorme cantidad de residuos sólidos y líquidos que dejan, así como la dificultad de proveerlos del agua dulce que necesitan dadas nuestras ya escasas reservas".

Además de controlar las emisiones y el ruido, Amics de la Terra insta a estudiar la capacidad de carga de la isla, a limitar el número de barcos que pueden coincidir el mismo día y recoger la opinión de los palmesanos sobre "la idoneidad de este turismo añadido al turismo convencional, que ya empieza a sentirse agobiado cuando visita la ciudad de Palma".