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Hospital de Inca

Medicación, la justa en el momento oportuno

El hospital de Inca trabaja en un proyecto para aumentar la seguridad del paciente ingresado garantizando que se le dan los fármacos correctos mediante la lectura del código de barras de su pulsera a través del móvil

Medicación, la justa en el momento oportuno

"El objetivo es que des la medicación correcta al paciente correcto, en su dosis correcta, en la la hora correcta y por la vía de administración correcta", resume Victoria Ramis, supervisora de Consultas Externas y Gabinetes y referente para sistemas de información del hospital comarcal de Inca, el proyecto en el que está embarcada en la actualidad.

Un proyecto que busca avanzar en la seguridad del paciente y para el que se valdrá de las nuevas tecnologías. "Este hospital (el comarcal de la capital del Raiguer) abrió con un enorme avance tecnológico. Fuimos de los primeros que podíamos acceder a cualquier información del paciente a través del ordenador mediante su historia clínica electrónica. Sin embargo, en las unidades de hospitalización tan solo hay ordenadores de sobremesa, no podemos tener acceso a la historia clínica del paciente a pie de cama", explica esta enfermera experta en nuevas tecnologías y sistemas de información.

Como las enfermeras son responsables de la administración de la medicación al paciente hospitalizado, solventaban esta inaccesibilidad imprimiéndose un pantallazo de la prescripción electrónica del facultativo. Pero con este rudimentario sistema también se pueden cometer errores indeseados en la dispensación farmacológica.

"Revisando la historiografía sobre el tema publicada en Estados Unidos, el país más avanzado en lo que a seguridad del paciente se refiere, llegué a la conclusión de que la única manera de garantizar que estás dando la medicación correcta al paciente que debe recibirla era a través de la lectura del código de barras que figura en la pulsera identificativa del enfermo a través de un dispositivo móvil corporativo", continúa Ramis.

"El proceso es el siguiente: La enfermera se acerca al paciente que está en su cama y lee, con la ayuda de un dispositivo móvil, el código de barras de la pulsera identificativa. Acto seguido, aparece en pantalla un listado de la medicación que ese enfermo en concreto tiene prescrita a esa precisa hora. A continuación, procedemos a leer los códigos de barras de los medicamentos que tiene prescritos y, solo en el caso de que el sistema reconozca que coinciden con los prescritos para el paciente, la enfermera podrá validar dicha administración. Así, el paciente tiene una seguridad casi del 100% de que esa es su medicación correcta", detalla el proceso.

Alarma en la pantalla

"En el caso que leamos el código de barras de un medicamento equivocado (que no corresponda a este paciente), saltará una alarma en forma de aviso en pantalla, alertándonos del error y tampoco se nos permitirá validarla", explica.

Preguntada sobre los efectos de una suministración errónea de medicamentos, Ramis admite que no ha encontrado datos de ella en España, pero señala que en Estados Unidos está documentada la muerte de unas siete mil personas cada año por estos errores involuntarios.

También aporta Ramis datos del ministerio de Sanidad que estiman que si se llegaran a prevenir los errores de medicación que cada año afectan a un 4% de los pacientes ingresados en los hospitales españoles, el Sistema Nacional de Salud podría ahorrarse unos 91 millones de euros cada año. "La implantación de este sistema de lectura de medicación por código de barras, podrá llegar a prevenir hasta un 86% de los errores de medicación", asegura.

Este proyecto piloto, iniciado en el comarcal de Inca porque sus pequeñas dimensiones lo convertían en el laboratorio idóneo para llevar a cabo un experimento de este tipo, tiene como objetivo implantar a finales de noviembre esta lectura de código de barras en dos de sus cinco unidades de hospitalización, a un total de 76 pacientes si están al cien por cien de ocupación.

"Este proyecto, al que se irán sumando paulatinamente el resto de hospitales públicos de las islas, nos colocaría casi como pioneros a nivel estatal en la implantación de este tipo de tecnología, que se hizo por primera vez en un hospital estadounidense en 1999. Hoy en día la usan uno de cada tres hospitales de este país".

El único precedente en nuestro país se hizo en el madrileño hospital de La Paz el año pasado. "Y solo con fármacos oncológicos. El hospital de Inca va a implantarlo con todos los fármacos", concluye, orgullosa, Victoria Ramis.

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