Balears ha sido durante el segundo trimestre de este año la comunidad autónoma con la segunda tasa de paro más baja del país, solo con el País Vasco con una situación más positiva, según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer. Los 81.900 desempleados que de media se registraron en las islas entre abril y junio supone una reducción del 20,9% respecto a las mismas fechas del pasado año y dejan la citada tasa de desempleo en un 13%, cuando la media española se eleva hasta el 20%.

Los datos de personas con un puesto de trabajo son igualmente positivos. Durante ese segundo trimestre Balears alcanzó la cifra de 547.100 ocupados, lo que implica no solo un incremento del 4% respecto al mismo periodo de 2015, sino además alcanzar un récord histórico de empleo en esa época del año, al colocarse ya por encima de los niveles previos a la crisis.

En relación a este último tema, hay que destacar otros dos aspectos positivos. El nuevo empleo que se genera en Balears se sustenta ya en los contratos a jornada completa, ya que la cifra de trabajadores con este tipo de relación laboral ha crecido en un año en 22.600 personas, mientras que los de tiempo parcial se ha reducido en 1.300.

Eso explica que el número de horas trabajadas haya aumentado en el archipiélago un 4,6%, ligeramente por encima de la tasa de trabajadores, lo que supone que realmente está aumentando el trabajo en lugar de limitarse a repartir el existente.

Aunque las comparaciones trimestrales tienen menos valor que las interanuales por la fuerte estacionalidad de la economía isleña, hay un dato que conviene destacar: durante ese segundo trimestre de 2016 en Balears se han generado 56.000 empleos respecto a los tres primeros meses del año. Eso supone que uno de cada cinco nuevos puestos de trabajo en España ha tenido su origen en las islas.

Con estos mimbres, no resulta extraño que el conseller de Trabajo, Iago Negueruela, y el director general de Empleo, Llorenç Pou, hicieran un balance positivo de la evolución que el mercado laboral está registrando. Pero no se ocultó que sigue habiendo sombras.

La primera es que aunque el número de horas trabajadas crece a un ritmo superior al de personas ocupadas debido a que el peso de los contratos recae sobre el tiempo completo, éstas aun no alcanzan las cifras previas a la crisis.

En segundo lugar, el conseller lamentó que el peso de la contratación temporal sigue siendo excesivo y alcanza a un 28% de los asalariados.

Y aunque las cifras de desempleo se han recortado de forma sustancial, también en este apartado hay datos que siguen resultando preocupantes. Porque según afirmó Negueruela, no se trata solo que una cifra de 81.900 parados siga siendo excesiva, sino que además solo el 23,1% de ellos reciben algún tipo de prestación, cuando en 2011, antes de la reforma laboral, esa tasa era del 42,9%.

No hay que olvidar que según la EPA 19.800 familias de las islas tienen a todos sus miembros parados, número muy importante pese a que se ha reducido sustancialmente respecto a las mismas fechas de 2015, cuando ascendían a 25.200.

Además, el conseller lamentó que el paro de larga duración (más de 12 meses) afecte a 41.600 isleños, o que la tasa de desempleo de los jóvenes se eleve hasta el 38,1%.